miércoles, 16 de diciembre de 2015

Z. de Abreu: Tico, tico

Orquesta Sinfónica de Goteborg
Gustavo Dudamel, director

Tico-Tico no Fubá, más conocida como Tico Tico, es una canción brasileña con ritmo de choro compuesta en 1917 por Zequinha de Abreu (1880 – 1935) que pronto llegó a ser muy famosa internacionalmente. La canción hace referencia al chincol, conocido en Brasil como el "Tico-Tico".

Ha sido objeto de atención de numerosos y variopintos intérpretes, como Carmen Miranda, Ray Conniff, Daniela Mercury, Xavier Cugat, Paco de Lucía, Charlie Parker, Pérez Prado, João Gilberto, Lou Bega… Últimamente el director venezolano Gustavo Dudamel también suele ofrecerle como divertida propina en sus conciertos.

Tosca en el Trampolín, comedia documental de Otto Schenk




Tosca auf dem Trampolin (1984) comedia-documental de Otto Schenk.


El mundo de la ópera visto en clave de humor. Otto Schenk, gran director escénico,  conoce y ama el género operístico y muestra en este documental de 1984 aspectos insólitos de las representaciones de El trovador, Lohengrin, SigfridoTosca, etc. que van de lo sublime a lo ridículo.

N. Paganini: Variaciones sobre "El Carnaval de Venecia"

Orquesta Filarmónica de Radio France
Vadim Repin, violín

El Carnaval ha sido fuente de inspiración de bastantes compositores a lo largo de la historia. Estas obras estaban compuestas sobre melodías populares que evocaban la fiesta pagana, como el Carnaval de Schumann (obra para piano de 1835), la obertura de concierto Carnaval, op. 92, de Dvořák (compuesta en 1891), El carnaval de los animales (fantasía escrita por Saint-Saëns en 1886, para divertir a sus amigos), la obertura El Carnaval romano, op. 9, de Héctor Berlioz (compuesta en 1843),  o el Carnaval de Venecia obra firmada en 1817 por Niccolò Paganini, que son unas variaciones para violín y orquesta de un tema popular en las celebraciones venecianas.
Paganini fue un violinista, violista, guitarrista y compositor, considerado entre los más virtuosos músicos de su tiempo, reconocido como uno de los mejores violinistas que hayan existido, con oído absoluto y entonación perfecta, técnicas de arco expresivas y nuevos usos de técnicas de staccato y pizzicato.

Anónimo: Ciaccona del Paradiso e dell'Inferno


Philippe Jaroussky, L'Arpeggiata-Christina Pluhar

Concierto en Ambronay, 18.09.2008 «Iconos del Seicento»

Philippe Jaroussky Contratenor

L'Arpeggiata
Christina Pluhar, tiorba & dirección
Alessandro Tampieri, violón
Doron Sherwin, cornetto
Eero Palviainen, guitarra barroca


Charles Edouard Fantin, guitarra barroca
Margit Übellacker, salterio
Haru Kitamika, clavecín
Richard Myron, violón
Michèle Claude, percusión


La Ciaccona del Paradiso e dell'Inferno es una obra anónima del siglo XVI. El original es el núm. 5 de Canzonette Spirituali e Morali (Milano, 1675). Se ha convertido recientemente en una obra conocida por la interpretación de L'Arpeggiata y Philippe Jaroussky. Es una obra para dos violines y bajo continuo (el violín II puede ser reemplazado por una de viola, los dos tienen la misma parte), o cualquier otra combinación de dos instrumentos agudos y un contrabajo. Philippe Jaroussky canta la parte del paraíso, mientras que dos componentes de L'Arpeggiata, hacen una divertida versión del infierno:

O che bel stare è stare in Paradiso
Dove si vive sempre in fest’e riso
Vedendosi di Dio svelato il viso
O che bel stare è star in Paradiso.

Ohimè che orribil star qui nell’inferno
Ove si vive in pianto e foco eterno
Senza veder mai Dio in sempiterno
Ahi, ahi, che orribil star giù nell’inferno.

Là non vi regna giel, vento, calore,
Che il tempo è temperato a tutte l’hore
Pioggia non v’è, tempesta, nè baleno,
Che il Ciel là sempre si vede sereno.

Il fuoco e ‘l ghiaccio là, o che stupore

Le brine, le tempeste, e il sommo ardore
Stanno in un loco tutte l’intemperie
Si radunan laggiù, o che miserie.

Havrai insomma là quanto vorrai

E quanto non vorrai non haverai
E questo è quanto, o Musa, posso dire
Però fa pausa il canto e fin l’ardire.

Quel ch’aborrisce qua, là tutto havrai
Quel te diletta e piace mai havrai
E pieno d’ogni male tu sarai
Disperato d’uscirne mai, mai, mai!

O che bel stare è star in Paradiso

Dove si vive sempr’in fest’e riso
Vedendosi di Dio svelato il viso
O che bel stare è star in Paradiso.

O qué agradable estar en el Paraíso,
Donde siempre se vive entre fiestas y risas,
Viéndose revelado el rostro de Dios.
O qué agradable estar en el Paraíso.

Ay de mí, qué horrible estar en el infierno,
Donde se vive el llanto y el fuego eterno
Sin ver nunca más al Dios eterno.
Ay, qué horrible estar abajo en el infierno.

Allí no reina en el viento, ni el calor,
El clima siempre es templado
No hay lluvias, tormentas, ni rayos,
El cielo siempre está tranquilo.

El fuego y el hielo allí, o maravilla
Las heladas, las tormentas y el calor
Se concentran allí, o miseria.
Siempre hace mal tiempo.

Allí tendrás cuanto quieras
Lo que no desees no lo verás
Es, oh Musa, todo lo que puedo decir
Paro no romper con la audacia y el canto.

Aquel que aborrezca aquello, todo lo tendrá
Aquel que disfrute nunca lo tendrá
Y lleno de todos los males estará
¡Desesperado por no escapar nunca más!

O qué agradable estar en el Paraíso,
Donde siempre se vive entre fiestas y risas,
Viéndose revelado el rostro de Dios.
O qué agradable estar en el Paraíso.


viernes, 11 de diciembre de 2015

T. Bretón: La verbena de La Paloma

Dirección musical: Cristóbal Soler
Dirección de escena: José Carlos Plaza
Escenografía e iluminación: Paco Leal
Vestuario: Pedro Moreno
Coreografía: Natalia Ferrándiz

Reparto:

Enrique Baquerizo, Emilio Sánchez, Damián del Castillo, María Rodríguez, María Rey-Joly, Mar Abascal, Amelia Font, Sara Salado, María Mezcle, Santos Ariño, Ricardo García, Graciela Moncloa, Didier Otaola, Sebastiá Peris, Gerardo Bullón, Xavi Montesinos, Ana Goya, Encarna Piedrabuena, Carolina Rocha, Irene Caja, Joseba Pinela, Alicia Martínez, Montse Peidro, Lorenzo Jiménez, Pepa Gracia y Juan Carlos Martín.

La Verbena de la Paloma, pleno agosto madrileño, calor sofocante, escarceos amorosos, un viejo boticario que sueña juveniles conquistas, "una morena y una rubia...", modistillas que se dejan querer y celos, muchos celos, de Julián con Susana... "¿Dónde vas con mantón de Manila...?"
Todo el tipismo de un Madrid castizo, real o soñado, con un escenario que nos hace sentirnos en pleno barrio de Lavapiés, o de La Latina... Un vestuario mimado, ciñendo las cinturas femeninas, y estilizando a los varoniles chulapos que silabean para darse importancia, como diciendo, ¡Aquí estoy yo! Para esta obra cumbre del "Género Chico", esa luz que ilumina una partida de cartas, a la puerta de la taberna, y esos faroles madrileños que pintan una noche de Verbena de La Paloma.
No hay número musical de esta obra que no sea inmediatamente reconocido por el público, desde el preludio, hasta el famoso dúo de Julián y Susana, pasando por las coplas de Don Hilarión y el concertante "Hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad...".

Argumento
Es la noche del 14 de agosto en Madrid y se celebra la verbena de la Virgen de La Paloma. La señá Rita está preocupada por Julián, un joven que tiene problemas amorosos pues esa misma mañana ha visto a su novia en un coche con otro hombre. Don Hilarión se dispone a ir a la verbena con dos muchachas que conoce: Casta y su hermana Susana, la novia de Julián. Por las calles de La Latina y tras varios incidentes entre Julián y D. Hilarión por culpa de la muchacha, el inspector tiene que intervenir para restablecer finalmente el orden y reanudar el baile de la verbena.