viernes, 30 de octubre de 2015

A. Dvořák: Solo de corno inglés del Largo de la Sinfonía del Nuevo Mundo


Sinfonía nº 9 en mi menor, Op. 95
Segundo movimiento: Largo


Jose Antonio Masmano, corno inglés

Orquesta Ciudad de Granada
Salvador Mas
Palacio de Carlos V. La Alhambra


El corno inglés es un instrumento musical que pertenece al grupo de viento-madera, y dentro de éste al de lengüeta doble. Es un derivado del oboe por el tipo de construcción y también por su timbre. Se trata de un “instrumento transpositor” (no suena como lo que está escrito en la partitura).

Se trata de un aerófono de viento-madera de la familia de los oboes. Es un instrumento de doble caña y original pabellón piriforme. Según parece, deriva del oboe da caccia, una variante del oboe soprano surgida a finales del siglo XVII y que durante la centuria siguiente se vio sometida a una serie de profundas modificaciones. Los cambios introducidos en lo que puede considerarse el embrión del corno inglés moderno tuvieron que ver sobre todo con la curvatura del cuerpo, que pasó de ser recto a adquirir cierta angulación para facilitar la digitación. El siglo XIX debe considerarse el punto álgido en la historia del corno inglés, el de su plena adaptación al gusto y exigencias de la sociedad de la época. Su sonido melancólico y algo velado inspiró a numerosos compositores, como Antonín Dvořák.

M. Ravel: Ma mère l'oye, solo de contrafagot

Jaap de Vries, contrafagot

El contrafagot, es un instrumento de lengüeta doble de la familia de viento-madera. Su afinación está una octava por debajo del fagot normal. El contrafagot es el más grande y el más grave de los vientos-madera de la orquesta; su largo tubo, que se dobla sobre sí mismo cuatro veces, mide 560 cm, el doble de la longitud del fagot. La música para contrafagot (como la del contrabajo) está escrita una octava por encima de su sonido real. 


Ravel destaca el sonido del contrafagot en «La Bella y la Bestia» de su suite Ma mère l’oye y también al comienzo de su Concierto de piano para la mano izquierda. También puede escucharse en la Variación nº 4. (en dúo con un flautín) de las Variaciones sobre una canción de cuna de Dohnányi.

sábado, 24 de octubre de 2015

L. Boccherini: Minuetto


Cuarteto europeo

A lo largo del siglo XVIII, el minueto acabó integrándose en diversos géneros musicales clásicos, como el cuarteto de cuerda o la sinfonía, convirtiéndose así en la única danza de la suite barroca en sobrevivir hasta las postrimerías del siglo.
En este artículo analizaremos uno de los más célebres minuetos de la historia, incluido por Luigi Boccherini en su primera colección de quintetos de cuerda, un formato de cámara del que fue pionero y del que acabaría componiendo más del centenar de obras.

Los quintetos para cuerda op.11 [1775]
Cuando Luigi Boccherini compuso esta colección de quintetos de cuerda, llevaba ya dos años trabajando como compositor de la capilla al servicio del Infante don Luis Antonio de Borbón. En España, el italiano absorbió elementos de la música local, sin que el retiro de los grandes circuitos musicales europeos le impidiera mantenerse en el mercado editorial internacional, gracias a sus contactos con diversos editores en Londres y en París.
La contratación de un cuarteto de cuerda estable por parte del Infante propició la incorporación al mismo de Boccherini como violonchelista -instrumento del que fue uno de los más grandes virtuosos de su época-, así como la composición de obras específicas para esta novedosa y original formación (dos violines, viola y dos violonchelos), como es el caso de este quinteto, compuesto hacia 1771 y publicado en Londres en 1775.

El minueto del Quinteto op.11 nº5
El tercer movimiento del Quinteto op.11, nº5 es un minueto en La mayor con un trío en la tonalidad del IV grado (Re mayor). La fama de este minueto ha trascendido ampliamente la de la obra a la que pertenece.
Consta de tres secciones: Minueto | Trío | Minueto
El Minueto tiene estructura ternaria con reexposición, según la fórmula: a || b | a’. La sección b es un breve pedal de dominante en la tonalidad homónima (La menor), mientras que a’ -que acaba en cadencia perfecta- forma junto con a un periodo binario.
El Trío está en la tonalidad del IV (Re mayor), tiene carácter contrastante (más vivo) y consiste en un nuevo minueto con reexposición  c || d | c’. Aquí la sección central se extiende un total de 8 compases, formando un periodo binario de 4+4 cc. cuyo antecedente -un pedal de dominante- es cerrado por un consecuente que conduce el pedal hacia una cadencia perfecta.
Al igual que ocurría con el minueto y con la sección central del trío, c y c’ guardan entre sí una relación de antecedente y consecuente, con el cierre del primero en semicadencia y del segundo en cadencia perfecta.
Trío (Re): [||: c (8 cc.) SC :||: d (4 cc.) SC | (4 cc.) CP | c’ (8 cc.) CP :||] (48 cc.)

El minueto que figura en el vídeo es una versión para cuarteto de cuerda. Las intérpretes no realizan las repeticiones del trío central y tampoco realizan ornamentaciones en las repeticiones.

viernes, 23 de octubre de 2015

J. S. Bach: Concierto de Brandemburgo nº 3 BWV 1048

Orquesta Barroca de Friburgo

Los Conciertos de Brandemburgo se publicaron en 1721, época en la que Johann Sebastian Bach era maestro de capilla y director de música en la Corte de Cöthen, ciudad alemana situada en el Estado federal de Sajonia-Anhalt, en la que sirviendo desde 1717 hasta 1723. De acuerdo con el ambiente reformista de la iglesia de la corte, en esta época abandonó la producción de música sacra y de órgano, centrándose en la música para clave y en la música instrumental, con claras influencias de Vivaldi.
Los seis conciertos brandemburgueses, conocidos en su partitura original como “Conciertos con varios instrumentos”, están dedicados a Christian Ludwig, margrave de Brandemburgo, noble que ejercía el control militar de la frontera de Alemania y Prusia. Pero sigue siendo todo un misterio, llenos de hipótesis y controversias el lugar dónde los compuso y cuándo. De lo que sí están seguros los expertos es que los conciertos brandemburgueses, o parte de ellos, fueron compuestos con anterioridad a su estancia en Cöthen y tratados con discreción durante su servicio a las órdenes del príncipe Leopold, siendo entregados al margrave de Brandemburgo en 1721.
Así, el Concierto nº 3 es el primero, al menos el primer movimiento, compuesto como introducción a una cantata de iglesia en 1713. El resto del concierto, tiene influencias de Vivaldi, cosa que no ocurre hasta 1714. En cualquier caso, tiene una estructura de tres movimientos (rápido-lento-rápido) y, a diferencia de los dos primeros, corresponde a la estructura del concerto grosso. El grupo instrumental consta tres partes: una de violines, otra de violas y por último una de violonchelos, todas ellas apoyándose sobre el bajo continuo (el violone grosso y el clave).

A pesar de que los Conciertos de Brandemburgo no tuvieron gran éxito entre el público, con el tiempo ha pasado a ser muy conocidos y clave imprescindible para que los aficionados tomemos a Bach como uno de los grandes.

C. Saint-Saëns: El elefante, de "El Carnaval de los Animales"

Stacey Watton, contrabajo

El Carnaval de los Animales es una de las obras más famosas de Camille Saint-Saëns. Es una suite musical en catorce movimientos que compuso como una broma musical, aunque él temía que la obra resultara demasiado frívola y pudiera perjudicar su reputación de compositor serio, por lo que prohibió las interpretaciones públicas de la misma y sólo autorizó la publicación en vida de un movimiento, El cisne. Durante su vida sólo se dieron interpretaciones privadas para un círculo de amigos íntimos, como Franz Liszt.
Sin embargo, Saint-Saëns dispuso en su testamento que la suite podría ser publicada tras su muerte, y desde entonces se ha convertido en una de sus obras más populares.
En el fragmento titulado Elefantes la música es tan grave y pesada, que fácilmente podemos imaginar los movimientos del colosal paquidermo. En este fragmento Saint-Saëns cita una frase de La condenación de Fausto, de Héctor Berlioz.

El contrabajo
Es el mayor y más profundo miembro de la familia del violín, fue desarrollado en el siglo XVI procedente del violone, la viola contrabajo.
Dos características de la familia de las violas se encuentran en el diseño del contrabajo: de un lado, los hombros son más caídos y, de otro, la parte posterior del instrumento es más plana. Esto permite al músico, que debe estar de pie o sentado en un taburete alto, alcanzar todo el instrumento y, en particular, poder tocar las notas al final de la tastiera, cerca del puente. Hacia finales del siglo XVIII el contrabajo tenía tres cuerdas generalmente afinadas en: La, Re y Sol. Hoy día tienen una cuarta cuerda, de sonido más grave, afinada en Mi, aunquelgunos contrabajos montan cinco cuerdas. Esta cuerda extra baja hasta Do, una tercera mayor bajo el Mi inferior.
El contrabajo es un instrumento transpositor y en él todas las notas suenan una octava más baja de cómo están escritas en la partitura. El anotar una octava más alta que el sonido real, es útil a fin de evitarse demasiadas líneas adicionales debajo de los pentagramas.
Las cuerdas del contrabajo son tan largas y tan gruesas que las clavijas corrientes, usadas en otros instrumentos de cuerda, no son lo bastante robustas. Así pues se utilizan clavijeros mecánicos

Historia
El contrabajo es el instrumento más grave de la familia de la cuerda desde finales del siglo XVI. El término se asoció antiguamente a la tesitura de la voz humana, indicando la voz más baja del hombre.
En un sentido más divulgativo el término alude a los contrabajos de cuerda de la familia de las violas y violines, esto es, unos instrumentos de arco creados para reforzar la base de la estructura armónica y ser el fundamento de toda la construcción polifónica. Su función en la labor del bajo continuo fue esencial. Tempranamente, Martín Agricola (1529) hizo referencia a un contrabasso di viola de seis cuerdas, que devendrá un instrumento híbrido, puesto que el contrabajo conocido hoy presenta aún los rasgos propios de los violines y las violas.
En realidad hubo contrabajos de diferentes tamaños denominados genéricamente violones. En el siglo XVII se presenta un ejemplar con cinco cuerdas, hombros estrechos y voluminosa panza. En aquella época predominan dos tipos de contrabajos: uno sin trastes, con cinco cuerdas y voluta (familia de los violines) y otro de seis cuerdas (familia de las violas), con diapasón trasteado, oídos generalmente en forma de C, espalda plana y cabeza tallada. En 1722 se presenta un contrabajo de la familia del lirone al que llaman accordo.
Su uso no se generalizó en la orquesta hasta principios de siglo XVII, en la que su función consistía en sonar a la octava inferior del violonchelo, pues su sonido es potente y se oía mejor que otros instrumentos de la época, por ejemplo el clave.