miércoles, 7 de octubre de 2015

J. S. Bach: Suites para violonchelo BWV 1007-1011

Mstislav Rostropovich, violonchelo


Las  suites  como  su  nombre  lo  indica son  una  sucesión  de  trozos  musicales  de  origen  francés,  es  algo  similar  a  las  partitas  de  origen  italiano.  En  la  época  eran  conocidas  también  como  sonatas  de  cámara  en  contraposición  de  las  sonatas  de  iglesia  que  eran  compuestas  por  cuatro  movimientos  de  carácter  lento,  rápido,  lento,  rápido.  Las  sonatas  de  violín  solo  son  de  esta  característica.

La  suite  se  remonta  al  Renacimiento  con  los  laudistas  italianos  que  elaboran  sucesión  de  danzas  (una  de  paso  y  una  de  salto).  Después  sufrieron  diversas  transformaciones  e  influencias  de  los  franceses  y  alemanes.

Gracias  al  compositor  Froberger  quedó  constituida  así:  Allemanda,  Courante,  Sarabanda  y  Giga.  Así  en  el  siglo  XVII  ésta  fórmula  era muy  común  y  se  le  agregaban  entre  la  Zarabanda  y  la  Giga  algunas  sucesiones  de  danzas.

Las  suites  para violonchelo  no  se  sabe  a  ciencia  cierta  cómo  fueron  escritas  y  ejecutadas  dadas  sus  dificultades.  Algunos  musicólogos  piensan  que  fueron  escritas  para  el  virtuoso  de  la  viola  de  gamba  Ferdinand  Abel  (1682-1761)  solista  de  la  orquesta  de  Cöethen  en  el  mismo  período  de  Bach.

Por  otra  parte  el  manuscrito  original  no  ha  sido  encontrado  aún  y  sólo  existe  un  manuscrito  de  Ana  Magdalena,  la  segunda  esposa  de  Bach,  de  la  cual  salen  todas  las  ediciones  posteriores.  Cabe  destacar  que siempre  existen  dudas  y  errores  sobre  este  manuscrito,  lo  cual  hace  muy  dificultosa  la  puesta  de  acuerdo  de  los  diferentes  intérpretes.

Desde  una perspectiva  formal  las  suites  para  cello  responden  a  la  suite  inglesa  para  clavecín  escrita  en  la  misma  época,  en  todas  existe  una  larga  introducción  (preludio)  y  después  el  esquema  fundamental  de  Froberger,  ya  citado,  más  dos  danzas  elegidas  libremente.


Sin  duda  el  preludio  es  la  parte  más  profunda  e  interesante  musicalmente,  recuerdan  los  trozos  para  órgano  y  ninguno  sigue  una  regla  establecida.  Los  hay  con  pasajes  rápidos  y  escalísticos  casi  como  una  improvisación,  los  hay  como  trozos  de  conciertos  con  características  contrastantes  y  como  oberturas  de  estilo  francés,  con  un  lento  y  después  una  fuga.

martes, 6 de octubre de 2015

F. Liszt: Grand Étude nº 6 en la menor

Lang Lang, piano

Los Grandes Études de Paganini, S. 141, son seis estudios para piano de Franz Liszt (1851),  revisión de los originales S. 140, compuestos en 1838-1839.

Se trata de unas de las piezas para piano más difíciles en lo técnico, sobre todo las primeras versiones del S. 140. Su música procede de varias obras para violín de Niccolò Paganini y no deben confundirse los con los Douze Études d'exécution transcendante, que tienen un título parecido al de la primera versión, S. 140: Études d'exécution transcendante d'après Paganini.


El nº 6 en la menor (Tema y Variaciones) está basado en el último de los 24 Caprichos para violín de Paganini. Consta de un tema ligeramente modificado y once variaciones. Técnicamente, esta endiablada pieza exige rápidas octavas, fulgurantes escalas y muchos arpegios.

S. Rachmaninov: Rapsodia sobre un tema de Paganini en la menor, Op. 43


Stephen Hough, Piano
The BBC Symphony Orchestra

Sakari Oramo, director

La Rapsodia sobre un tema de Paganini es una obra para piano y orquesta de unos veinte minutos de duración. Rajmáninoff, notable intérprete de sus propias obras, participó en el estreno junto a la orquesta de Filadelfia a las órdenes de Leopold Stokowski, el 7 de noviembre de 1934 en la Lyric Opera House de Baltimore, Maryland.

La pieza es un conjunto de 24 variaciones sobre el Capricho nº 24 para violín solo de Niccolò Paganini. Aunque no tiene interrupciones, se pueden destacar tres secciones, que corresponderían a la distribución de un concierto para piano clásico: el primer movimiento comprendería hasta la undécima variación; el segundo, de la duodécima a la decimoctava, y de ahí hasta el final, las demás.


La página más destacada de esta obra es la variación XVIII, una inversión del tema original de Paganini.

N. Paganini: Capricho para violín nº 24 en la menor

Alexander Markov, violín

Los 24 Caprichos para violín solo de Niccolò Paganini fueron publicados en 1819. En su momento supusieron una revolución en cuanto a la técnica interpretativa. Muchos virtuosos no se han atrevido con ellos, aunque hoy en día incluso estudiantes avanzados se arriesgan a ejecutarlos, no siempre con la perfección requerida.


El vigésimocuarto, escrito en la tonalidad de la menor (un tema con once variaciones y un finale), es uno de los más famosos y técnicamente de los más complejos. Consta de toda la artillería de efectos técnicos: intervalos paralelos de octava, de décima (en su momento sólo Paganini con sus enormes manos podía realizar estos amplísimos intervalos), rapidísimas escalas y arpegios, pizzicati de la mano izquierda, posiciones muy altas y veloces cambios de cuerda.

J. S. Bach: Preludio de la Partita para violín nº 3 en Mi mayor BWV 1006

Yehudi Menuhin, violín

La Partita BWV 1006 es la última en la colección de Seis Sonatas y Partitas de Bach. Fue compuesta en 1720. Posteriormente Bach hizo una transcripción para laúd, obra catalogada como BWV 1006a. 
La pieza consta de los siguientes movimientos:
1. Preludio
2. Loure
3. Gavotte en Rondeau
4. Menuets (I y II)
5. Bourrée
6. Giga

Lo que más frecuentemente se interpreta de ella es el Preludio, compuesto casi exclusivamente de semicorcheas y que exige una una técnica avanzada
Bach transcribió este movimiento inicial para órgano solista, oboes, trompetas y cuerdas en la sinfonía que abre la cantata Wir danken dir, Gott, Wir danken dir, BWV 29, y también utilizó esta música como introducción a la segunda parte de la cantata Herr Gott, Beherrscher aller Dinge, BWV 120a.

En 1933 Serguéi Rajmáninoff realizó una transcripción para piano (y posteriormente grabó) del Preludio, la Gavotte y la Giga de esta Partita.