jueves, 8 de mayo de 2014

Giuseppe Verdi: La Traviata

Anna Netrebko (Violetta Valéry)
Rolando Villazón (Alfredo Germont)
Thomas Hampson (Giorgio Germont) 
Diane Pilcher
(Annina)
Luigi Roni
(Dottore Grenvil) 
Salvatore Cordella
(Gastone)
Helene Schneiderman
(Flora Bervoix) 
Herman Wallen
(Marchese d'Obigny)
Paul Gay (Barone Douphol)
Carlo Rizzi, director
Willy Decker, director escénico
(Festival de Salzburgo, 2005)

La Traviata, en español La descarriada o La perdida, es una ópera en tres actos con música de Giuseppe Verdi y libreto en italiano de Francesco Maria Piave, basado en la novela de Alexandre Dumas (hijo) La dama de las camelias (1852), aunque no directamente sino a través de una adaptación teatral.
Inicialmente la ópera iba a titularse Violetta, por el personaje principal. Fue estrenada sin éxito en el Teatro La Fenice de Venecia el 6 de marzo de 1853. El público centró sus burlas en la soprano Fanny Salvini-Donatelli en el rol titular de Violetta. Aunque era una cantante de fama, a sus 38 años fue consideraba demasiado mayor para el papel. Su sobrepeso no encajaba con el papel dramático de Violetta Valéry quien muere de tuberculosis. Verdi había intentado previamente convencer al gerente de La Fenice para dar el papel a una cantante más joven, pero su demanda no fue atendida. A pesar de todo, el final del primer acto fue aplaudido; pero en el segundo acto, el público empezó a abuchear la representación, en especial tras el dúo del barítono (Felice Varesi) y el tenor (Lodovico Graziani). Al final de la ópera, el público rio a carcajadas en vez de conmoverse con el final trágico. Al día siguiente Verdi escribió a su amigo Muzio: “La Traviata anoche un fracaso. ¿Fallo mío o de los cantantes? El tiempo lo dirá.”

Argumento
La Traviata comienza con un emotivo preludio donde amor y muerte, como quiso llamarla Verdi, se unen en un melancólico tema que evoca ya sea el tercer acto (la muerte de Violetta),  o bien “Amami Alfredo” (duetto del segundo acto), tocado con especial intensidad por los violonchelos.
La escena empieza con una fiesta, estamos en París hacia 1840 en casa de Violetta, joven cortesana. El recibimiento culmina con el famoso brindis “Libiam nei lieti calici“, donde se ensalza la alegría del vino, del amor libre y de los placeres de la vida en general. Violetta delante de un espejo se da cuenta de la enfermedad que la está consumiendo poco a poco. Tisis. Alfredo le declara su amor, ella se queda sola y duda si el amor ha entrado realmente en su vida. Es el final del primer acto.
En el segundo, estamos en la casa de campo donde Alfredo y Violetta viven felices desde hace tres meses. Su situación económica es difícil, Alfredo está lleno de deudas y ha de marcharse. Cuando Violetta se queda a solas llega el padre de Alfredo, Giorgio Germont, quien primero impone y luego suplica que abandone a su hijo por el bien de su familia. Violetta al final accede a separarse de Alfredo y a la vuelta de éste decide retomar su vida anterior.
En el segundo cuadro del mismo acto estamos de nuevo en París, en la lujosa casa de Flora, donde se celebra otra fiesta,  Alfredo mostrando su ira arroja a los pies de Violetta el dinero que acaba de ganar a las cartas, según dice “como pago por sus servicios”, humillándola profundamente  delante de todos.
Un triste y desconsolado preludio nos lleva al dormitorio de una moribunda Violetta, donde tendrá lugar el último acto. Acompañada por un solo de violín, ella lee una carta, con voz declamada, escrita por Germont quien se arrepiente de lo sucedido y desea pedirle perdón, pero ya es demasiado tarde, “E tardi… Addio del passato”. La llegada de Alfredo sirve para que los dos sueñen una vida juntos pero, cuando parece que empieza a recuperar las fuerzas, Violetta se desploma inerte en sus brazos.

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