jueves, 14 de noviembre de 2013

Joseph Haydn: Sinfonía nº 104 en re mayor "Londres"


Orquesta Sinfónica de la Radio de Baviera
Mariss Jansons, director
Esta sinfonía ejemplifica el aporte de Haydn al género en lo relacionado con el óptimo aprovechamiento de motivos melódicos en los desarrollos musicales. Siempre ha extrañado que se conociese como “Londres” únicamente a la duodécima y última de las sinfonías compuestas por el músico austriaco para la capital británica, que es también la que cierra su dilatado ciclo sinfónico. Vio la luz el 4 de mayo de 1795 en el King’s Theatre, en el transcurso de una velada dedicada exclusivamente a la obra de Haydn, y en la que él mismo actuó como director. Según se deduce del diario del músico, parece que ya daba por cerrada esta etapa ya que sentencia “la duodécima y última de las inglesas”, aunque no expresa, sin embargo, ningún deseo de abandonar el género, algo que la naturaleza de la obra parece contradecir. Sus notas también señalan su entusiasmo por la acogida del público…y por los ingresos, que le procuraron en una sola noche 4.000 florines, cuatro veces más que su salario anual con los Esterházy. “Verdaderamente -escribió- cosas así sólo pasan en Inglaterra”.
Lo más recordado de esta sinfonía, estructurada en Adagio-Allegro, Andante, Menuetto y Trio:Allegro y Finale: Spiritoso, es su movimiento final, en forma sonata. Un bajo de gaita precede y sostiene un tema de carácter aparentemente popular que algunos estudiosos han identificado como inglés y otros como croata, pero que no se descarta que surgiera de la propia imaginación del músico. Estudiosos como Marc Vignal han creído ver una suerte de despedida del género por parte de Haydn, en el deliberado carácter retardado del movimiento, con la elaboración del tema en valores largos (blancas) y en una prolongada cadencia quebrada, que retrasa la reexposición de forma considerable.

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