Orchesteraufnahme Weimar
Christian Thielemann
Se
considera a Franz Liszt como el creador del poema sinfónico, aun cuando esta
forma musical ya había tenido sus precursores. Pero, sin lugar a dudas, es a
partir de los poemas sinfónicos de Liszt cuando la música programática adquiere
su verdadera importancia.
Una
gran mayoría de reconocidos autores acepta que el programa de esta obra fue
tomado de las Meditaciones Poéticas
de Lamartine; sin embargo, otros dudan que la obra de Liszt estuviera inspirada
en el texto del poeta francés, basándose en que había sido escrita
originalmente como una introducción a una obra coral en cuatro partes, titulada
Los Cuatro Elementos (La Tierra, Los
Vientos, Los Océanos y Las Estrellas). Después de varias revisiones, Liszt decidió
presentar esa introducción como una obra independiente con el nombre de Los Preludios, tomado del decimoquinto
poema del ciclo titulado Meditaciones
Poéticas del literato francés Alphonse de Lamartine.
El
programa de la obra, extraído del poema, fue impreso en la partitura musical.
La idea fundamental está contenida en las siguientes palabras: “¿Qué
es la vida sino una serie de preludios a ese canto desconocido cuya solemne
nota inicial es entonada por la muerte?”
A
través de la música Liszt nos conduce paso a paso por el camino de la vida, con
sus tormentos, sufrimientos, el amor, el consuelo de nuestras desilusiones,
luchas que llenan nuestras vidas hasta su último instante.
Los Preludios es un
cuadro sonoro que pinta estados anímicos y conceptos filosóficos muy diversos.
La obra, como es característico de los poemas sinfónicos, posee un sólo
movimiento pero atendiendo a su contenido expresivo podría dividirse en cinco
partes:
I. Introducción:
Humanidad, un ser mortal.
II. La
felicidad del amor.
III. Las
tormentas de la vida.
IV. Vuelta
a la Naturaleza.
V. La
lucha por la libertad.
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