miércoles, 15 de mayo de 2013

Enrique Granados: Goyescas

Orquestra Ciutat de Barcelona (OCB)
García Navarro, director

Ana María González, soprano
Alicia Nafé, mezzo
Manuel Cid, tenor
Pablo Elvira, barítono
Coral Càrmina (dir: Josep Vila)

Palau de la Música
Barcelona, 1992

Goyescas es una ópera en un acto y tres cuadros, compuesta por Enrique Granados en el año 1915, con libreto en español de Fernando Periquet. La música está tomada de melodías de su suite para piano del año 1911, titulada así mismo Goyescas.
En 1909, Enrique Granados comenzó a trabajar en lo que sería su obra para piano más conocida, Goyescas. Granados sintió una gran admiración por el pintor Francisco de Goya y Lucientes, como atestiguan sus propias palabras: "Me enamoré de la psicología de Goya, de su paleta. De él y de la duquesa de Alba; de su maja señora, de sus modelos, de sus pendencias, amores y requiebros. Aquel blanco rosa de las mejillas contrastando con blondas y terciopelo negro con alamares; aquellos cuerpos de cinturas cimbreantes, manos de nácar y de jazmín posadas sobre azabaches, me han trastornado". Goya inspiró a Granados una visión musical emotiva y apasionada de algunos de sus cuadros, especialmente aquellos que describen los amores de las majas y los majos en su versión más romántica y novelesca.
En 1915, el compositor se expresó así: "Hace unos diecisiete años esbocé sin éxito un proyecto. Había defectos evidentes, pero estaba convencido de ciertos momentos que conservé cuidadosamente. En 1909 volví sobre ellos de nuevo, dándoles la forma de una suite para piano. La idea que yo tuve presente como generadora de esta música, era España, en el sentido abstracto e ideación de determinados elementos del carácter y la vida de mi país. Coincidiendo con ello, tenía muy en cuenta los tipos y las escenas tratados por Goya." En 1911, Granados terminó la primera parte de Goyescas (Los majos enamorados), que consta de cuatro piezas: "Los requiebros", "Coloquio en la reja", "El fandango de candil" y "Quejas o la maja y el ruiseñor". Después el compositor comenzó a trabajar en las dos piezas de la segunda parte, que completó el año siguiente:" El amor y la muerte: balada" y "Epílogo: Serenata del espectro".
En 1912, Granados conoció al pianista norteamericano Ernest Schelling, quien poco más tarde animó a Granados a componer una ópera a partir de las piezas para piano de Goyescas. Fernando Periquet, amigo de Granados y gran admirador de Goya, se hizo cargo del libreto. El compositor adaptó la música de la obra para piano: incluyó cinco de las seis piezas de la suite, El pelele, de 1914, que inicia la ópera. Después de la composición de las dos partes de Goyescas, Granados compuso esta pieza para piano que subtituló "goyesca" y que tiene el mismo título que un par de cuadros de Goya. Por su parte, Bocetos se incluye en este trabajo discográfico por decisión de Del Pino para evocar, a modo de contraste, el arte pictórico del boceto, de pinceladas inacabadas, sensación que despiertan estas cuatro breves piezas escritas de manera improvisada e inspirada, a modo de un sugerente esbozo musical.
La Primera Guerra Mundial impidió que Goyescas se estrenara en la Opéra de París, pero lo hizo el 28 de enero de 1916 en la Metropolitan Opera de Nueva York. Fue la primera ópera que se representó allí en español. Emparejada en programa doble con los Pagliacci de Leoncavallo, el elenco de la ópera incluyó a los destacados artistas Giovanni Martinelli y Giuseppe De Luca. La producción escénica fue dirigida por Jules Speck. Los decorados fueron del diseñador milanés Antonio Rovescalli, y el vestuario de G. B. Santoni que siguió las pinturas de Goya.
Fue un gran éxito. En su crítica para el New York Times, Richard Aldrich escribió que la música estaba "profundamente sentida" y poseía "un intenso color nacional". A la vuelta de Estados Unidos, Granados falleció junto a su esposa al ser torpedeado el barco en el que regresaban por un submarino alemán.

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