miércoles, 22 de mayo de 2013

Ígor Stravinski: La Consagración de la Primavera

Ballet Kírov
Orquesta del teatro Mariinski de San Petersburgo
Valery Gergiev, director
Vaclav Nijinski, coreógrafo


El estreno del ballet en dos actos La Consagración de la Primavera, que tuvo lugar en París el 29 de mayo de 1913, supuso uno de los mayores escándalos de la historia de la música occidental. El empresario Diaghilev había encargado a su compatriota Stravinski un ballet que sirviera de homenaje a las tradiciones ancestrales de su tierra natal: Rusia.

El compositor interpretó el tema de este modo:

“Vi en mi imaginación un solemne rito pagano: los ancianos sabios, sentados en círculo, contemplaban a una joven que bailaba hasta caer muerta. La sacrificaban para contentar al dios de la primavera”.

El argumento se desarrolla en dos partes principales, dividida cada una de ellas en varios números.

Primera parte: Adoración de la tierra

Introducción

Augurios Primaverales. Danza de los adolescentes

El juego del rapto

Corros primaverales

Juegos de las tribus rivales

El cortejo del Sabio

El sabio. Adoración de la tierra

Danza de la tierra

 

Segunda parte: El Sacrificio

Introducción

Círculos misteriosos de los adolescentes

Glorificación de la Elegida

Evocación de los antepasados

Acción ritual de los antepasados

Danza del sacrificio de la Elegida

La dureza de este argumento, un sacrificio ritual, inspiró una música salvaje y diferente a todo lo que se había escuchado hasta entonces, así como una coreografía rompedora y poco convencional de Nijinski. La suma de estos dos elementos fue la causa del escándalo. En dicho estreno se definieron las dos posturas respecto al arte del siglo XX: la conservadora y la revolucionaria, el arte clásico frente al nuevo arte. Supuso, en fin, el paso definitivo a la modernidad musical.

Aunque Stravinski realizó una primera versión de La Consagración de la Primavera para piano a cuatro manos, la versión orquestal es la más conocida por el público y la que más se escucha. En ella nos encontramos con la mayor orquesta de toda la obra del compositor: una orquesta gigante compuesta por unos 110 músicos.

La plantilla orquestal es la siguiente:

Maderas: Piccolo, 3 flautas y flauta en sol

4 oboes y corno inglés

Requinto, 3 clarinetes y 1 clarinete bajo

4 fagotes y 1 contrafagot

Metales: 8 trompas

Trompeta piccolo y 4 trompetas

3 trombones y 2 tubas

Percusión: 2 timbaleros y dos percusionistas

Cuerda: Violines I y II

Violas

Violonchelos

Contrabajos

Debido al carácter ritual y arcaico del argumento, en esta composición el ritmo juega un papel protagonista. De hecho, podríamos considerar que, en ocasiones, la orquesta al completo se convierte en un gran instrumento de percusión. Es una música llena de efectos rítmicos sorprendentes, muy novedosos para la época: polirritmias, síncopas, cambios de medida... Si se escucha música tradicional africana se puede encontrar muchas similitudes en el aspecto rítmico. Sin embargo, aunque la obra sea un homenaje a la tradición rusa, no hay música popular en La Consagración.

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