Danielle de Niese, soprano
En el Acto III, Ptolomeo sale victorioso de una batalla
entre sus fuerzas y las de Cleopatra; ahora ella es prisionera de su hermano en
sus aposentos, Cleopatra se despide de sus sirvientes porque piensa en el
suicidio. César y sus soldados entran para liberarla. Él retorna después del
encuentro al campo de batalla, mientras ella se regocija con su repentino
cambio de suerte en el aria “Da tempeste”:
Da tempeste il legno infranto,
se poi salvo giunge in porto,
non sa più che desiar.
Così il cor tra pene e pianto,
or che trova il suo conforto,
torna l’anima a bear.
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Por tempestades rota la barca,
si luego al puerto llega a salvo,
no puede desear ya nada más.
Así el corazón, entre penas y llanto,
una vez que ha hallado el consuelo
puede el alma jubilar.
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