lunes, 7 de enero de 2013

Johannes Brahms: Sinfonía nº 4 (III. Allegro giocoso)

Orquesta Estatal de Baviera
Carlos Kleiber, director

Entre los grandes instrumentadores de la segunda mitad del siglo XIX se encuentra la figura de Johannes Brahms, músico moderado en cuya obra están presentes diferentes e importantes contrastes orquestales. Brahms estudia y consigue lo que podría llamarse el «efecto orquestalista», en el que se logra, definitivamente, un verdadero y patente equilibrio sonoro entre todas las familias de la orquesta, otorgando una importancia semejante a todos los grupos instrumentales. Por ello, en todas sus obras, y muy especialmente en sus cuatro bellas sinfonías, puede encontrarse ese singular y atractivo empaste sonoro que las convierte en verdaderos modelos de instrumentación. 

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