Clara Mouriz, mezzosoprano
Antonio Márquez, bailarín
Compañía de Antonio Márquez
BBC Philharmonic Orchestra
Juanjo Mena, director
El sombrero de tres picos es un ballet con música de Manuel de
Falla y coreografía de Léonide Massine basado en la novela homónima del
escritor Pedro Antonio de Alarcón. Se estrenó el 22 de julio de 1919 en el
Alhambra Theatre de Londres bajo la batuta de Ernest Ansermet con decorados y
figurines de Pablo Picasso. Los intérpretes principales fueron el propio
Léonide Massine como el molinero y Tamara Karsávina en el papel de la molinera.
El argumento
de la novela de Pedro Antonio de Alarcón es el siguiente: En la ciudad había un
molino con un molinero, et tío Lucas, y su mujer, Frasquita. Allí acudía a las
tertulias mucha gente importante como el obispo con su familia, el corregidor,
etc. y todos los que pasaban por allí, se admiraban por la belleza de Frasquita.
Una tarde el
corregidor va a ver a la molinera y habla con ella preguntándole que si él le
atraía. Más tarde llega a la ciudad y el corregidor manda a Toñuelo para que
engañe al molinero a pasar la noche en el ayuntamiento y así él puede pasar la
noche con la molinera. Toñuelo le dice a Lucas que vaya a casa del alcalde,
cogen un burro y se van, y Frasquita se queda sola. El alcalde le dice a Lucas
que se quede en su casa a dormir, pero Lucas, que sospecha lo que pasa, se las
ingenia para escaparse con una burra y vuelve al molino. Frasquita oye voces de auxilio del Corregidor
y le deja pasar a su casa para que seque sus ropas que están empapadas.
Seguidamente, el Corregidor se desmaya y Frasquita lo acuesta sin
ropa en su cama. Lucas llega al molino, entra y ve las ropas del corregidor
secándose, por lo que piensa que su mujer le ha engañado. Se pone la ropa del
corregidor y va en busca de Mercedes (la señora del Corregidor), para tomarse su venganza.
Frasquita avisa a Garduña que el Corregidor está enfermo y va en busca de su
marido a la ciudad. El Corregidor ordena a Garduña que detenga a Frasquita
porque ésta iría a avisar a su mujer. Frasquita llega a la casa del alcalde y
exige ver a su marido, creyendo que está durmiendo abajo. Al ver que no está,
van al molino para aclarar las cosas. Garduña va a la casa del Corregidor para
ver si está allí Frasquita, los criados le dicen que no y éste les ordena
que no dejen entrar a nadie. Seguidamente, se va al molino. Mientras tanto,
Lucas, disfrazado de corregidor, entra en la casa de éste.
Llegan al
molino la Señora, Toñuelo y el alcalde. En medio de toda la confusión, entre
todos llegan a la conclusión de que Lucas debe estar en la casa del Corregidor.
Cuando llegan allí, el matrimonio discute. Mercedes explica
a Frasquita que entre Lucas y ella no había pasado nada, ya que Lucas le contó
todo y deciden seguir con el plan para desenmascarar al Corregidor. Finalmente,
Frasquita perdona a Lucas.
La gestación
del ballet
Diághilev, «testarudo
e impaciente» según María Martínez Sierra, urgía la transformación de El
corregidor y la molinera en el ballet para su compañía. «Empujados
por su voluntad imperiosa, músico y libretista nos pusimos de nuevo al trabajo»,
recordaba María. Entretanto el creador de los Ballets Russes ha sumado a Pablo
Picasso al proyecto. El pintor firmará los figurines, el decorado y el telón
para El sombrero de tres picos, título definitivo del ballet.
La Primera Guerra Mundial llegaba a sus últimos meses. Diághilev, que había dejado España en agosto de 1918, triunfa con su compañía en Londres. Manuel de Falla le escribe en octubre una tarjeta postal que reproduce El Pelele, de Goya, y sobre la imagen copia una melodía popular que aparecerá en El sombrero de tres picos. En el reverso Falla, en francés, felicita doblemente a Diághilev:
Muchas felicidades por el gran éxito de
los Ballets en Londres... y por el triunfo soberbio de los aliados. ¡Reboso de
alegría!
En Londres,
en su Teatro Alhambra, los Ballets Russes estrenaron el 22 de julio de 1919 El
sombrero de tres picos, con coreografía de Léonide Massine. Sin embargo,
Manuel de Falla no pudo disfrutar el éxito obtenido: ese mismo día moría en
Madrid su madre. El poeta Juan Ramón Jiménez escribía el 27 de julio a Falla:
El mismo día, leí en «El Sol» su
tristeza de hijo y su éxito de músico. Le mando un abrazo fuerte, en el que
querría que sintiera usted, con la misma intensidad que salen de mí, mi
admiración y contento, fundidos con mi cariño y mi pena.
Comentarios
En la
historia de la danza teatral del siglo XX, El
sombrero de tres picos puede reclamar un lugar tan significativo como el de
Petrushka de Ígor Stravinski. Ambas
obras fueron producidas por el gran empresario Serguéi Diághilev y
representadas por sus Ballets Rusos. Las dos rompen con las primitivas
tradiciones temáticas que poblaban el género de princesas, apariciones y
cisnes. Pero todavía más importante, quizás, es su visión de la burguesía con
una cierta simpatía. En este sentido, en El
sombrero se reflejan las actitudes y aspiraciones de la Andalucía rural.
Una
primera versión, llamada El corregidor y
la molinera, fue representada en 1917 en el Teatro Eslava de Madrid en forma
de pantomima en dos partes. Más tarde, Diághilev conoció a Falla y lo convenció
de la necesidad de retocar la obra con la intención de dotarla de mayor
estructura teatral; el autor modificó la partitura para adaptarla al género de
la danza, eliminando gran parte de los elementos descriptivos (incluso
irónicos) y expandiendo las partes bailables.
Tras el
estreno del ballet, Falla compuso dos suites orquestales que se suelen interpretar
en versión de concierto más que el propio ballet. En ellas, retiró algunos
fragmentos vocales y de transición contenidos en el original.
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