Yo-Yo Ma, violonchelo
Camille Saint- Saëns consideraba
una incorrección que “El carnaval delos animales” Gran Fantasía Zoológica para dos pianos y orquesta, se interpretara
en público porque, según él, ponía en ridículo a los compañeros de profesión.
Después de algunos pases privados, (su estreno fue en París un martes de
Carnaval de 1886) prohibió su interpretación hasta después de su muerte. ¿Quién
iba a decir entonces que aquella grotesca y satírica colección de animales
zoo-musicales iba a ser la obra que le daría fama mundial?
Esta broma musical es
considerada modelo de ingenio (Fósiles), orquestación (Acuario), melodía (El
cisne), humor (Gallinas, Tortugas, Canguros y Asnos) y gamberrada (Pianistas).
Y lo que es más importante, el público nunca se cansa de escucharla porque es
una pequeña joya, una gran obra maestra.
La elegancia de las formas y el
pausado movimiento de los cisnes han sido siempre una fuente de inspiración y
Saint-Säens nos regaló una hermosa muestra de ello aunque él, quitándole
importancia, la denominó "una noble tontería".
El
cisne es el único número
de “El carnaval de los animales” que se interpretó públicamente en vida de su
autor. Fue adaptado para ballet por el coreógrafo ruso Fokine con el título La muerte del cisne para Ana Pavlova y
ha sido interpretado por las mejores bailarinas del siglo XX.