Orquesta Filarmónica de Viena
Herbert von Karajan, director
(Concierto de Año Nuevo, 1987)
La pieza bailable
más célebre de Johann Strauss, hijo, es indudablemente An der schönen blauen Donau, opus 314, vals cuyo nombre de batalla, "El Danubio azul",
no resulta desconocido para nadie. La obra fue compuesta por encargo: un vals
cantado por un coro que hiciera a los vieneses olvidar la reciente derrota militar sufrida frente a Prusia, durante la guerra "de las siete
semanas", acaecida el año anterior, 1866.
La obra no gustó en su estreno. Tampoco el autor
le tenía mucha confianza: "no era suficientemente pegadiza". Sin
embargo, poco después, invitado Strauss a actuar en París, decidió incluir en el
programa este vals malquerido, pero sin los coros. Fue un éxito rotundo que se ha prolongado hasta
el día de hoy.
Esta archipopular pieza de baile
celebra la incomparable belleza del larguísimo río Danubio, cuyas aguas atraviesan cinco
capitales de Europa y que en alguna época habrá sido azul, aunque, casi con
toda seguridad, tampoco lo era en tiempos de Strauss.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.