Orquesta Filarmónica de Viena
Valery Gergiev, director
Uno de
los más grandes compositores del siglo XX ha sido Ígor Stravinski, músico de
origen ruso nacionalizado norteamericano, que utiliza también una gran
orquesta. En su ballet Le Sacre du Printemps, de 1913, se sobrepasa el
centenar de músicos. Casi nunca llega a utilizarlos todos al mismo tiempo, sino
que los va empleando por grupos o sectores orquestales, sonando cada uno de
ellos por separado.
Stravinski
se vale de recursos sonoros que van apareciendo a través de la obra, por lo que
su técnica, en este sentido, se refiere más bien a un asunto de colorido, matices
o color orquestal. Es uno de los músicos del siglo XX que ha utilizado con
cierta frecuencia instrumentos como el piano y el xilófono entremezclados con
la orquesta. También se puede citar, a
título de ejemplo de la orquesta de Stravinski a Petrushka, El pájaro de fuego
o, dentro del género menor, la reducida elección instrumental de La historia del soldado, en la que
intervienen un instrumento agudo y uno grave de cada familia: un violín y un
contrabajo, un cornetín y un trombón, un clarinete y un fagot, todo ello
acompañado de un rico despliegue de la percusión.
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