Maxim Vengerov, violín
Orquesta Sinfónica Estatal de Moscú
Pavel Kogan, director
La obra
tiene tres movimientos:
Allegro moderato
Canzonetta: Andante
Allegro vivacissimo
La
orquesta está formada por dos flautas, dos oboes, dos clarinetes en la y si
bemol, dos fagotes, cuatro trompas, dos trompetas, timbales y cuerdas. También
existe un arreglo para violín y piano del concierto efectuado por el propio
Chaikovski en marzo de 1878.
El concierto se desarrolla en un clima poético donde
siempre está presente la melancolía eslava. Chaikovski da rienda suelta a las
introvertidas "pausas" de contemplación vaticinadora de tragedia, así
como a las repentinas pinceladas rítmicas y colorísticas, que constituyen la
otra cara —extrovertida y dionisíaca— de su doble y contradictoria
personalidad. En estas fases más vitales se aprecia la conocida afición de Chaikovski
hacia la danza, desde la española —aunque con algunos matices rítmicos que
recuerdan la polonesa del primer movimiento, Allegro moderato— al encendido
ritmo de gopak —baile típicamente ruso—, que se renueva en un crescendo
repetitivo cada vez más elaborado y brillante en el Allegro vivacissimo que
cierra el concierto. Sin embargo, los elementos que componen la obra, en su
heterogeneidad, no poseen nunca un carácter rapsódico, pues la íntima presencia
de motivos de conexión garantiza la indudable continuidad narrativa del mensaje
musical; mensaje en el que tan sólo hay cambios drásticos de estado de ánimo,
de meditaciones dolorosas y de impulsos de alegría, de esa alegría que la
crisis existencial del músico parecía haberle negado. En suma, este concierto,
lejos de ser fruto de un sentimentalismo fácil, se debe a una serie de
contradicciones "fatales", que le introducen en el contexto de la
producción chaicovskiana como una especie de confesión personal.
El concierto se divide en tres movimientos. El primero
de ellos, "Allegro moderato", se inicia con amplia introducción,
dándose luego entrada al violín solista, el que, después de una breve
"cadenza" expone el fascinante y rítmico tema que ha de primar en la
extensión de este movimiento. Destacan bellísimas sonoridades del violín en
brillante "staccato", siendo acompañadas por el fondo orquestal, con
vigoroso carácter e intenso colorido. El tema principal, que se resuelve en
habilísimas variaciones, culmina en la magnífica "cadenza", donde el
instrumento solista exhibe el virtuosismo de una técnica irreprochable, pródiga
de arpegios, rápidas escalas y trinos que finalmente se confunden en el rumor
orquestal, que eleva sus posibilidades con extremo impulso sonoro hasta llegar
a una "coda", después de la cual este primer tiempo del concierto
logra una vigorosa conclusión. El segundo movimiento, "Canzonetta.
Andante", presenta cierto sabor eslavo. Las cuerdas exponen dulcemente la
melodía, que luego repite el violín acentuando la melancolía y el tono
romántico que prima en gran parte de la obra de Chaikovski. La flauta y el
clarinete dejan también percibir su eco, con delicadas sonoridades hasta llegar
a constituir un diálogo con el violín de encantadores contornos; detalles que
unidos a la expresión melódica hacen de este pasaje uno de los instantes más
bellos e inspirados de la partitura. Un rítmico "Allegro vivacissimo"
cambia la atmósfera del movimiento anterior, acercándose así al final de este
concierto. El frenesí de las danzas eslavas llega a vislumbrarse a través de
los potentes acentos orquestales y de las sonoridades del violín, que alcanzan
contornos espectaculares en los pasajes que cierra la obra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.