Título original: Le Violon rouge (The Red Violin).
Año: 1998.
Duración: 130 min.
País: Canadá.
Director: François Girard.
Guión: Don McKellar & François Girard.
Música: John Corigliano.
Fotografía: Alain Dostie.
Reparto: Samuel L. Jackson, Greta Scacchi, Jason Flemyng, Colm
Feore, Carlo Cecchi, Irene Grazioli, Jean-Luc Bideau, Sylvia Chang.
Productora: New Line
International Releasing / Channel Four Films / Telefilm Canada
Sinopsis: En el norte de Italia, en el siglo XVII, un maestro luthier
crea su obra definitiva, un violín perfecto y barnizado en rojo, para su hijo a
punto de nacer. A partir de ese momento, el instrumento viaja de mano en mano
desde Europa a Canadá, pasando por China, hasta la época actual.
No es frecuente que una película fije su cámara en un objeto
hasta darle todo el protagonismo. "El violín rojo", ese preciado
instrumento musical que pasa de unos a otros a través de siglos y países, es la
coartada perfecta para narrar las diferentes historias de sus propietarios y la
de su creador. En las idas y venidas por ciudades y épocas (desde una subasta
contemporánea hasta la Revolución Cultural China) la película nunca pierde su
entidad como un todo compacto cuyas imágenes fluyen con naturalidad. La puesta
en escena es rica en detalles y generosa en medios. "El violín rojo"
es una película que contagia al espectador su serenidad.
La Banda Sonora del film es de John
Paul Corigliano (Nueva York, 1938), quien a principios de la década de 1990 se había
convertido en el compositor más interpretado de EE.UU., merced a dos obras, su
atronadora "Sinfonía nº 1", dedicada a las víctimas del sida, que
estrenaran la Sinfónica de Chicago y Barenboim, y la ópera "Los fantasmas
de Versalles", encargo de Levine y la Metropolitan Opera de Nueva York.
De familia de músicos -su padre
fue concertino de Bernstein en la Filarmónica de Nueva York-, la habilidad
técnica de Corigliano para la fabulación audiovisual le ha llevado
periódicamente al cine, al que vuelve con un importante trabajo, esta historia
"del alma de un violín" a través de los tiempos, para la que ha
creado un hiper-concierto, paralelo en cierto aspecto al mega-concierto que
John Williams concibiera para "La lista de Schindler" de Spielberg.
Aquí se cuenta con aliados de postín: Joshua Bell en el cometido solista y,
lujo de cualquier banda sonora, la Philharmonia londinense con el finlandés
Salonen a su frente. A partir de la música de la película, Corigliano ha
elaborado una espectacular y amplia "Chacona",
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