Orquesta y Coro del Maggio Musicale Fiorentino
Banda de la Guardia de Finanzas
Zubin Mehta, director
Piazza del Campo (Siena, 1991)
La Obertura 1812,
Op. 49 es una obertura romántica escrita por
Chaikovski en 1880. El estreno tuvo lugar en Moscú, el 20 de agosto de 1882. La obra conmemora la victoriosa resistencia rusa en 1812
frente al avance de la Grande Armée
de Napoleón Bonaparte. Su final incluye disparos de salvas de cañón, repique de
campanas y fuegos de artificio.
Los tempi del
único movimiento de esta obra son Lento
- Andante - Allegro giusto - Largo - Allegro vivace. En la partitura constan
dieciséis disparos de cañón. La obra comienza con una melodía de la Iglesia
Ortodoxa Rusa, Dios proteja a su Pueblo,
ejecutada por ocho violonchelos y cuatro violas, que recuerda cómo la
declaración de guerra contra Francia fue notificada al pueblo en los servicios
religiosos de toda Rusia. En ocasiones esta parte de la obertura es cantada a cappella por un coro. Continúa con una
mezcla de melodías tradicionales (incluida la danza A la puerta, a mi puerta) y militares, que representan la angustia
creciente del pueblo ruso al saberse invadidos por el ejército francés. La
pieza prosigue con una marcha presentada por los metales, donde se oye cargar a
los ejércitos para enfrentarse en la batalla de Borodino. Un fragmento
repetitivo y triunfal del himno nacional francés, La Marsellesa, sirve para representar al ejército invasor y la
inicial victoria de Napoleón. A continuación, un diminuendo en la música sirve para expresar la retirada de las
tropas rusas, evitando la confrontación directa con las francesas, al tiempo
que dejan tras de sí la tierra arrasada. Vuelve a sonar la marcha en los
metales y el fragmento de La marsellesa
para indicar la entrada de los franceses en una Moscú incendiada. El fragmento
de La marsellesa vuelve a sonar, ahora en diminuendo, indicando la retirada de las tropas francesas, al
tiempo que un crescendo indica el
asedio ruso. Cinco disparos de cañón acompañan el avance de los rusos expresado
en los instrumentos de cuerda y los metales, que preparan para el cierre triunfal
con el contrapunto entre el leitmotiv
que representa al ejército ruso y el himno imperial ruso Dios salve al Zar, apoyado por once disparos de cañón, el repique
de campanas y los fuegos artificiales. Este final muestra un anacronismo
curioso, ya que en 1812 Dios salve al Zar
no era el himno ruso, sino que lo era en la época en la que Chaikovski compuso
la obra.
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