Elina Garança,
mezzosoprano
Gala de Ópera
en Baden-Baden (2007)
Las hijas del Zebedeo es una
zarzuela cómica en dos actos con texto de José Estremera y música de Ruperto
Chapí. Fue estrenada el 9 de julio de 1889 en el Teatro Maravillas de Madrid.
Esta zarzuela fue acogida muy bien
acogida por la crítica a causa de todas y cada una de las piezas musicales que
fueron dirigidas por el maestro Giménez y provocaron oleadas de aplausos y
"salida al tercio" de los autores. Sin embargo sólo ha quedado en el
repertorio el número de las carceleras, que curiosamente, según recoge el
Diccionario de la Zarzuela, fueron extraídas de El País del Abanico,
composición que no alcanzó apenas popularidad. Este fragmento sigue hoy
constituyendo un tema emblemático en el género.
Las Carceleras son un canto popular
andaluz; su asunto versa sobre las penas de los presos. Puede decirse que es un
género del flamenco, que se encuadra en el grupo de los llamados "cantes a
palo seco" (porque se ejecuta sin acompañamiento de guitarra) considerado
una modalidad del martinete. El nombre alude al tema, normalmente la cárcel,
porque solían ser cantadas por gitanos en prisión, razón que explica la
ausencia de la guitarra.
Polissón, sastre y tío de Regina,
busca a un tal Felipe que sedujo a su hermana, y sospecha que es el dueño del
merendero "El Zebedeo". Arturo, hijo de Felipe es novio de Luisa y
teme, por algunos comentarios oídos a su padre, que pueda ser hija del Zebedeo
y por tanto su hermana. Pero la realidad es que la hija ilegítima de Felipe
resulta ser Regina, la que al final es reconocida y admitida como hija por
Tomasa en tanto, que deshecho el equívoco, Arturo se casará con Luisa.
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