jueves, 28 de enero de 2016

J. S. Bach: Minué en Sol mayor, BWV 114


El menuetto o minué es una danza  que se hizo muy famosa en Francia alrededor del año 1660 en la corte de Luis XIV. Este soberano, conocido como El rey sol, tuvo una corte muy lujosa (él mandó construir el Palacio de Versalles) y era muy aficionado a la danza. El minué se bailaba en parejas, de forma elegante, y se hacía frecuentemente ante el rey, quien presidía la danza. El compositor de la corte de Luis XIV, Jean Baptiste Lully (1632-1687), escribió una buena cantidad de minués para que los bailara el rey. Generalmente eran piezas muy cortas. Sin embargo, los bailarines necesitaban de mayor tiempo de música para poder hacer su danza. Para solucionar este problemaLully a veces hacía dos minués diferentes, que quedaban unidos para el baile de la siguiente manera:
A-B
El minué A y el B eran lo suficientemente distintos para que existiera contraste, lo que es un elemento muy importante para la música. A veces, incluso iba primero un minué y luego otra danza; frecuentemente se alternaban varias veces hasta lograr el tiempo que los bailarines requerían para hacer sus movimientos.

lunes, 25 de enero de 2016

W. A. Mozart: Thamos, rey de Egipto KV 345 (336a) - Acto IV, Allegro vivace assai

I Barocchisti
Diego Fasolis, director

Muchas veces nos asalta la pregunta sobre lo que Mozart habría llegado a hacer si hubiese vivido más tiempo, pero quizá deberíamos preguntarnos más aún por todo lo que Mozart hizo y todavía no conocemos. La ingente obra del genio de Salzburgo aún guarda ases en una manga que suele quedar recortada a lo archiconocido en los programas de conciertos. Buena muestra de ello fue Thamos, rey de Egipto, una música incidental que Mozart compuso para la obra teatral homónima de F. von Gebler y que fuera de tal contexto cobra los tintes de un pequeño oratorio de carácter épico, encuadrado en la moda de aire orientalista que tanto le sedujo y que llega a anticipar nada menos que su ópera La Flauta Mágica

W. A. Mozart: Música Fúnebre Masónica en do menor, KV 477

Orquesta de París
Daniel Harding, director

La Música Para un Funeral Masónico es una obra orquestal compuesta por Wolfgang A. Mozart en 1785 en calidad de miembro de la francmasonería para un servicio masónico celebrado el 17 de noviembre de aquel año  en memoria de dos hermanos masones.
Se trata de una obra de gran belleza y maestría, pues combina el sentimiento masónico con el mismo aire fúnebre que Mozart desarrollaría posteriormente en su Misa de Réquiem. En ella se pone de manifiesto las bases cuasi-religiosas del movimiento masónico, expresadas a través de la majestuosa solemnidad de la música.

viernes, 22 de enero de 2016

G. Gershwin: Rhapsody in Blue


Orquesta Filarmónica de Nueva York
Leonard Bernstein, piano y dirección

Rhapsody in Blue es una obra para piano y orquesta, en la que Gershwin mezcla las técnicas cuasi-improvisatorias típicas del jazz con las técnicas compositivas más formales. Una maravilla de inspiración, que ayudó definitivamente a que el jazz fuera considerado como música “seria”, digna de oírse en las más selectas salas de conciertos.
Una Rapsodia es una pieza musical compuesta de diferentes partes temáticas, unidas entre sí de manera libre y sin relación entre ellas. Típica del Romanticismo, suele estar dividida en dos secciones, una de ellas lenta y dramática, la otra rápida y dinámica, logrando su unión un brillante resultado. Es decir, una especie de poema musical, al estilo de los rapsodas de la Grecia Clásica, que recitaban los poemas de Homero.
Esta composición fue escrita en el año 1924 a petición del músico Paul Whiteman. Se estrenó en el Aeolian Hall de New York el 12 de febrero de 1924, en un concierto de obras exclusivamente norteamericanas, con una banda de jazz de veintidós músicos dirigidos por Paul Whiteman, con el autor tocando la parte de piano. 
Hasta esa época Gershwin se habla limitado a componer canciones y obras para piano, careciendo de la experiencia necesaria en cuanto a orquestación, que se encargó al compositor Ferde Grofé, el arreglista de Whiteman, y así se tocó el día de su estreno en el Aeolian Hall de Nueva York, ante un público en el que estaban los más sobresalientes músicos del momento, entre ellos Leopold Stokowsky, Walter Damrosch, Willen Mengelberg, Fritz Kreisler, Mischa Elman, Jascha Heifetz, Moritz Rosenthal, Serge Rachmaninov y muchos otros. 

G. Gershwin: Bess, you is my woman now, de "Porgy and Bess"

Willard White (bajo, Porgy), Cynthia Haymon (soprano, Bess)
Orquesta del Festival de Glyndebourne
Simon Rattle, director

La popular ópera de George GershwinDuBose y Dorothy Heyward e Ira Gershwin, Porgy and Bess, es una ópera mestiza y racial, que incorpora en su partitura ritmos de jazz y de blues, melodías populares afroamericanas y góspel, Su célebre aria Summertime entonada por una madre para dormir a su pequeño en sus brazos, se ha convertido en una da las canciones de Gershwin más interpretadas y versionadas en todo el mundo. 
Esta hermosa ópera narra la historia de Porgy, un inválido y marginal afroamericano, que lucha por rescatar a su amada Bess de las garras de los delincuentes que se aprovechan de su debilidad y belleza. 
En el Acto II, La vida transcurre con monotonía en Catfish Row. Los pescadores están reparando sus redes. Las mujeres, entre las que se encuentra Bess, están haciendo los preparativos para ir de excursión al día siguiente a la vecina isla de Kittiwah. Porgy, en la puerta de su casa, canta la felicidad que siente al vivir junto a Bess, que se lamenta por tener que dejar sólo a Porgy para irse de excursión con los demás.

Manhattan, film de Woody Allen (1979)

Escena inicial

Empeño de muchos ha sido fotografiar la vida de las calles de Nueva York y acierto de unos pocos sacar una radiografía completa de la ciudad de los rascacielos. Martin Scorsese y Francis Ford Coppola lo lograron mostrando los bajos fondos y el crimen organizado. Woody Allen también lo consiguió, pero ofreciendo una cara mucho más amable, sin violencia pero con un deje melancólico.
En este sentido, el prólogo de Manhattan es toda una declaración de intenciones. Cual si fuera un poema sinfónico, la cuna de Occidente nos abre sus puertas, enseñándonos sus imponentes edificios, su tráfico vertiginoso y su ritmo de vida frenético, en un montaje acelerado que culmina con unos fuegos artificiales, todo ello al son de la maravillosa y estilizada Rhapsody in Blue, de George Gershwin. Esta obertura es, por sí sola, la más hermosa oda que se ha dedicado a la ciudad de Nueva York, verdadero protagonista y embajador de la hondura de esta película.

Manhattan fue el primer filme de Woody Allen rodado en blanco y negro y en formato Panavisión, y en él se aprecia un prurito esteticista al que es poco dado su autor. El excelente trabajo del director de fotografía Gordon Willis se nota en los encuadres medidos, en los planos sostenidos, en el fuera de campo, en los claroscuros, incluso en esa neblina que envuelve la ciudad y que le confiere un aura entre mágica y mefítica. 

G. Gershwin: 'S Wonderful

Diana Krall, voz y piano

En mayo de 1914, con solo 15 años de edad y apenas 4 años desde que había recibido las primeras lecciones de piano, George Gershwin abandonaba el colegio para trabajar profesionalmente en una editora de canciones populares que formaba parte del “Tin Pan Alley”. Así comenzó a convertirse en un gran improvisador y arreglista, aunque con limitada capacidad de lectura musical.
En 1919, Gershwin compuso las 13 canciones de su primer musical de Broadway completo. En los cuatro años siguientes Gershwin continuaría actuando como exitoso pianista y, por otro lado, compuso canciones para 18 musicales de Broadway. Las letras eran todas de su hermano Ira Gershwin.
En 1926, compuso las 18 piezas para el exitoso musical “Oh, Kay!”, destacándose especialmente la balada “Someone to watch over me".
En 1927, puso en pie la música de dos nuevas comedias musicales. Para uno de estos espectáculos, “Strike Up the Band”, Gershwin escribió una balada que no tendría mayor repercusión en su época pero que, a finales de los años 30, se convertiría en uno de los temas más interpretados por los músicos de Jazz: "The man I love".
En los tres años siguientes, Gershwin escribió decenas de canciones para cinco musicales, entre los que destaca una de las producciones musicales que escribiera en 1930: “Girl Crazy”, en la que la orquesta del foso estaba integrada por varios músicos que sobresaldrían en poco tiempo en el Jazz: Benny Goodman, Glenn Miller y Gene Krupa. Dos de los inmortales temas que compuso Gershwin para este musical son “Embraceable You” y “I Got Rhythm”. 
En cuanto a "'S Wonderful", canción perteneciente al musical "Funny Face", pocas canciones de Gershwin se han mostrado tan susceptibles de reinvención o reinterpretación. A juzgar por el tratamiento que le aplican hoy vocalistas como Diana Krall, casi podría decirse que este tema es obra de Antonio Carlos Jobim, no de los hermanos Gershwin.

G. Gershwin: Obertura Cubana

Orquesta Sinfónica de Castilla y León
Jesús López Cobos, director

Cuando George Gershwin (1898-1937) viajó a La Habana en febrero de 1932, disfrutaba de una popularidad y una fama bien merecidas. Era el autor de las muy aplaudidas obras Rhapsody in Blue y Un americano en París.
Un buen día Gershwin, gratamente impresionado por los ritmos cubanos, fue llevado a la estación de radio CMCJ, desde donde transmitía el Septeto Nacional de Ignacio Piñeiro. Allí entabló amistad con él y recogió anotaciones musicales de sus obras.  
Entonces nació la idea de hacer una obertura, —que al principio fue llamada "Rumba"—, partiendo del son-pregón de Piñeiro Échale salsita, composición inspirada en las butifarras de El Congo, en el poblado de Catalina de Güines.
El estreno se produjo en Nueva York el 16 de agosto del mismo 1932. Los instrumentos fundamentales de la orquesta fueron los bongós, las claves, el güiro y las maracas, situados a la derecha y al frente del director. También integraban la instrumentación flautas, oboes, clarinetes, bajos y contrabajos, trombones, tubas y timbales.

viernes, 15 de enero de 2016

F. Moreno Torroba: Adiós, vida de mi vida, de "Maravilla"

Plácido Domingo, tenor

Maravilla se estrenó el 12 de abril de 1941 en el Teatro Fontalba de Madrid. Al día siguiente, el ABC publicó la siguiente crónica, en la que queda reflejada la magnitud del éxito obtenido, que luego ha quedado reducido al de la romanza de barítono (cantada también por algunos tenores) "Amor vida de mi vida" del tercer acto: "Gran noche la de ayer en el Fontalba para el género lírico. Sábado de verdadera gloria que vio la resurrección de una modalidad teatral que parecía aletargada. Jornada, ante todo, de triunfo para una compenetración como se ve pocas veces del libro y de la música, unidos hasta el límite posible en el acierto. Maravilla, comedia lírica de Antonio Quintero y Jesús María de Arozamena, con música de Moreno Torroba, posee un libro optimista, muy bien trazado, con tipos de auténtica personalidad, diálogo chispeante y emocional, y situaciones originalísimas, avaloradas por espléndidos cantables que preparan al compositor su terreno. En resumen: la conjunción de Quintero y Arozamena -de la que hay que esperar espléndidos resultados-, ha dado uno de los libros líricos más graciosos e interesantes de estos últimos tiempos. Aprovechando las excelencias apuntadas, Moreno Torroba ha compuesto una partitura maestra, de aparente sencillez, que en muchos momentos es la cima de su carrera artística."

P. Sorozábal: Romanza de Marola, de "La Tabernera del Puerto"

Ana María Martínez, soprano
Orquesta del Mozarteum de Salzburgo
Jesús López Cobos, director

La tabernera del puerto, romance marinero en tres actos, el último dividido en dos cuadros, con texto original de Federico Romero y Guillermo Fernández-Shaw y música de Pablo Sorozábal, se estrenó el 6 de mayo de 1936 en el Teatro Tívoli de Barcelona.
El éxito fue enorme, en palabras del barítono Marcos Redondo, que cantó el Juan de Eguía, y Sorozábal apuntó que “el éxito nos acompañó a todos, mejor dicho, a casi todos, porque Aníbal Vela (Chinchorro) no pudo con su papel, pasando inadvertido”; poco después fue sustituido por Manuel Gas, que lo bordó. Es curioso que tratándose de una obra concebida originalmente para barítono, en atención a Marcos Redondo (como el mismo Sorozábal contaba: “la mayor parte del público venía a verle y a escucharle a él, no a mi obra, simple pretexto”), ha terminado siendo más obra de tenor, fundamentalmente gracias a la milagrosa aparición de Alfredo Kraus. El famoso “No puede ser” ha sido piedra de toque de todos los tenores españoles desde entonces, pero no puede olvidarse la bellísima romanza de Marola “En un país de fábula….Yo también soy un pájaro viejo”.

F. Moreno Torroba: Mazurca de las sombrillas de "Luisa Fernanda"

Intérpretes: José Bros, Mariola Cantarero. 
Dirección escénica: Emilio Sagi.
Coro y Orquesta del Teatro Real de Madrid (Coro y Orquesta Sinfónica de Madrid). 
Director: Jesús López Cobos. 
Coreografía: Nuria Castejón.

Producción del Teatro Real, Madrid (2006)

Luisa Fernanda, comedia lírica en tres actos, en verso, con texto original de Federico Romero y Guillermo Fernández-Shaw, con música de Federico Moreno Torroba, fue estrenada el 26 de marzo de 1932 en el Teatro Calderón de Madrid.
El éxito fue grande, y así ha continuado a lo largo de los años. Se cuenta en el Diccionario de la Zarzuela que los antecedentes del estreno, venían enmarcados en la similitud de la situación política de la fecha de la época del estreno, durante la Segunda República, con la de los tiempos en que se desarrollaba la acción de la obra, finales del reinado de Isabel II y preludio, por tanto, de la Primera República. Incluso el día del estreno los libretistas publicaron en ABC una autocrítica un tanto deslavazada e incoherente en la que trataban de armonizar “su argumento” con unas posibilidades históricas (estampas madrileñas en la corte en ciernes de Luisa Fernanda, esposa del conspirador y pretendiente Montpensier) que no llegaron a granar. 
Según el citado Diccionario de la Zarzuela  la música va “desde la mayor torpeza hasta verdaderos aciertos”, llamando torpeza al primer número de la obra que contiene una pequeña introducción, un cuadro costumbrista ("mi madre me criaba pa chalequera") y la habanera del soldadito, crítica bastante difícil de compartir. En cambio, es preciosa y rebosa encanto la delicada mazurca de las sombrillas. 

J. Serrano: Romanza de Rosa, de "Los Claveles"

Marina Rodríguez Cusí, mezzosoprano
Orquesta Sinfónica y Coro de RTVE 
Cristóbal Soler, director 

Los claveles, sainete lírico en un acto, dividido en tres cuadros, con texto en prosa original de Luis Fernández de Sevilla y Anselmo C. Carreño, y música de José Serrano, fue estrenada el 6 de abril de 1929 en el Teatro Fontalba de Madrid.
La obra obtuvo un éxito clamoroso y se mantuvo en cartel muchas noches, consagrándose Matilde Vázquez en la zambra “Maldito sea su sino” que forma parte de su romanza y destacando también Tino Folgar en su romanza “Mujeres mariposillas” que luego encumbró Emilio Vendrell. Ha quedado en el repertorio gracias sobre todo a las mencionadas romanzas de soprano y tenor y al duetto cómico “Goro del alma” lleno de gracia y comicidad que constituye una verdadera filigrana. 
La romanza de Rosa “Que te importa que no venga…..Maldito sea mi sino”, briosa y vibrante constituye otro de los puntos importantes de la zarzuela que hubo de ser repetida tres veces el día del estreno.


A. Vives: Coro de románticos de "Doña Francisquita"

Orquesta Sinfónica y Coro de RTVE
Enrique García Asensio, director

La comedia lírica en tres actos Doña Francisquita tiene un texto original de Federico Romero y Guillermo Fernández-Shaw. La música es de Amadeo Vives. Fue estrenada el 17 de octubre de 1923 en el Teatro Apolo de Madrid.
Está basada en La discreta enamorada, de Lope de Vega, que a su vez se inspiró en un cuento del Decamerón, la narración tercera de la jornada tercera, en que Pampinea fue el “precedente” de Francisquita, el fraile el de Don Matías y el caballero el de Fernando. La acción se retrasa dos siglos respecto a la contemplada por Lope, con lo que, además, queda salpicada del madrileñismo cantado por Galdós y por Mesonero Romanos. 
El argumento presenta la historia del amor de Francisquita por Fernando que ni lo nota, absorbido como está por una cómica: Aurora la Beltrana, que no le corresponde. Francisquita cortejada por el padre de Fernando se deja querer y lo alerta contra su hijo, logrando, de esta manera, interesarle. En realidad leyendo la canción del ruiseñor nos enteramos de todo, pues “la rosa que languidece de casto amor” es Francisquita, “el ruiseñor” es Fernando, “el zángano zumbador” es Don Matías y “la otra flor” es Aurora. Esta trama principal se desarrolla en un ambiente castizo que capta sensacionalmente el espíritu del pueblo de Madrid tal como lo entendió Vives, cuya pretensión con esta obra fue “hacer una Verbena de la Paloma en tres actos”. 

P. Luna: Canción Española, de "El Niño Judío"

María José Montiel, mezzosoprano
Orquesta Sinfónica de RTVE
Manuel Hernández Silva, director

El Niño Judío, zarzuela en dos actos, divididos en cuatro cuadros con texto original de Enrique García Álvarez y Antonio Paso y música de Pablo Luna se estrenó el 5 de febrero de 1918 en el Teatro Apolo de Madrid.
Cuenta Angel Sagardía que teniendo Luna terminada la obra, salvo la “Canción española” pensó en sumergirse en El Escorial a ver si la inspiración llegaba y “al poco rato de emprender el viaje en tren, imaginó un ritmo original que, con melodía de carácter folclórico patrio, sería no un número ligero de zarzuela, sino una romanza de genuina raigambre nacional. Se le ocurrió también la melodía y, nada más llegar al hotel, de un tirón compuso la canción que lograría celebridad, de la que actualmente aun disfruta”. 
Desde entonces la obra se ha mantenido discretamente en el repertorio, destacando principalmente la referida canción “De España vengo, soy española” convertida en grito musical de patriotismo, el famoso pasacalle “Soy un rayito de luna” que parodiaba a unas cupletistas “Las hermanas Catafalco” que al parecer a la sazón actuaban en el Chantecler, y la bella y noble “Canción de Manacor”, una de las mejores romanzas de zarzuela que se han escrito para barítono. 

M. Penella: Dúo de "El Gato Montés"

Anna Netrebko, soprano
Rolando Villazón, tenor
Orquesta Nacional de Bélgica
Emmanuel Villaume, director

La ópera en tres actos El Gato Montés, con letra y música de Manuel Penella se estrenó el 23 de febrero de 1916 en el Teatro Principal de Valencia.
Soleá es novia de Rafael "el Macareno", torero en la cresta de la ola, al que mima y glorifica una corte de amigos en la que destaca su picador, Hormigón, y el Padre Antón, un sacerdote muy taurino. Llega el torero a su cortijo, después de una cogida y antes de su reaparición en la Maestranza de Sevilla, donde le esperan su novia, familia y amigos y allí, en medio de una fiesta improvisada, una gitana al decirle la buenaventura le revela que un toro le causará la muerte. Se echa a broma el asunto, pero de pronto aparece Juanillo, bandido apodado “El Gato Montés” que viene a reclamar lo que es suyo: a Soleá. Ésta, ya a solas con el Padre Antón le confiesa que no puede olvidar su antiguo amor por Juanillo que se tiró al monte por ella. En otro momento el bandolero dice al torero que si no se deja matar esa tarde en la plaza lo hará él. El final no puede ser más trágico, Rafael muere en la plaza, Soleá muere de pena y Juanillo, para evitar su detención, pide a su colega Pezuño que le dispare al corazón y también muere. 
Al iniciarse el siglo XX el panorama musical español se hallaba muy atomizado y carente de una unidad estilística, por un lado estaba presente la avanzadilla pro-europea que cosechaba éxitos en el extranjero y, por otro, la música sinfónica se estaba estableciendo en el país merced a la benemérita obra de algunas instituciones y sociedades filarmónicas. En el terreno del teatro musical eran muy pocos los compositores que se atrevían con la ópera por las graves dificultades que conllevaba su estreno, tanto a nivel de cantantes como de empresarios, por ello en los teatros predominaba la zarzuela, que acababa de salir de la famosa etapa del género chico. El éxito de las operetas de Lehár influyó para el impulso de la zarzuela-opereta, camino que habiéndose iniciado con Molinos de Viento lo continuaron el mismo Luna y otros músicos, como Millán, Vives, Lleó o Guerrero. Entre esta pléyade destacó Penella, con la particularidad de que escribía también el libreto de muchas de sus obras, que tendió a unificar sus obras teatrales bajo el manto de una orquesta que cubriera el espectáculo sin prácticamente interrupción hablada alguna. La música de Penella es fresca, ligera, lozana, llena de gracia y de ritmo, de luz y de color, y revela una mano experta y un buen gusto que parece innato y que sin duda procede de su formación valenciana al ser en esta tierra donde más intensamente se vive la música a nivel popular de toda España.

V. Lleó: Coplas babilónicas de "La Corte de Faraón"

Ana Belén en el film de José Luis García Sánchez (1985)

La opereta bíblica en dos actos, divididos en ocho cuadros, La Corte de Faraón, con texto original de Gillermo Perrín y Miguel de Palacios y música de Vicente Lleó, se estrenó el 21 de enero de 1910 en el Teatro Eslava de Madrid.
La obra está basada en la opereta francesa Madame Putiphar de Edmon Diet con letra de Ernest Depres y Leon Xanrof, y escenifica la parodia de una de las más popularizadas escenas bíblicas, adobada de otra historia paralela, no bíblica, la de Lotha y Putifar. El éxito le acompañó desde el principio llegándose a 762 representaciones seguidas. Durante el régimen de Franco estuvo prohibida, lo que ayudó a su popularidad por el morbo de la prohibición, volviendo a reaperecer en 1976. Poco después, en 1985, la realización de una película en que se entremezclan las dos tramas, la picante del argumento de la zarzuela con la no menos sorprendente de los censores de la dictadura ha extendido el campo de esta obra a sectores nada amantes de la zarzuela. 

G. Giménez: Zapateado de "La Tempranica"

Raquel Lojendio, soprano
Orquesta Sinfónica de Tenerife
Víctor Pablo, director

El estreno de La Tempranica fue precedido de un suspense que duró dos años, aplazándose varias veces las representaciones previamente anunciadas. Al parecer todo fue por la resistencia de Julián Romea a que la protagonista fuese interpretada por una cantante de confianza; sorprende que esta “pega” la pusiese el libretista (aunque también era músico) y no el compositor, y también que diez días después se volviera a cambiar la tiple debutando Matilde Franco que “salió muy airosa”. Aunque la crítica fue diversa (más negativa en cuanto al libreto), la obra fue recibida por el público de modo entusiasta y se ha mantenido inalterablemente en el cartel de forma muy digna. 
El argumento se basa en el amor “imposible” de una gitanilla por un “señorito” andaluz, vivido en el ambiente típico de las tierras de Granada que da pretexto para una extraordinaria partitura en que se combinan los números o cuadros propios del género chico, como el coro de hombres “la caza ya se esconde”, el zapateado “la tarántula e un bicho mu malo” el concertante “a trabajá con fatiga” o el tango (curiosamente popularizado en la década de los 70 por Mari Trini en un tono nada zarzuelero, como fue la canción “Ayer”) con otros más de zarzuela grande, como el dúo de María y Don Luis “Yo no sé al verte que me ha pazao” o la genial romanza de María la tempranica “Sierras de Granada, llanos de la vega”. 
En 1930 Moreno Torroba (con la colaboración literaria de Ricardo González del Toro) compuso una versión operística de La Tempranica añadiendo diversos números.

R. Chapí: Carceleras de "Las Hijas del Zebedeo"

 Elina Garança, mezzosoprano
Gala de Ópera en Baden-Baden (2007)

Las hijas del Zebedeo es una zarzuela cómica en dos actos con texto de José Estremera y música de Ruperto Chapí. Fue estrenada el 9 de julio de 1889 en el Teatro Maravillas de Madrid.
Esta zarzuela fue acogida muy bien acogida por la crítica a causa de todas y cada una de las piezas musicales que fueron dirigidas por el maestro Giménez y provocaron oleadas de aplausos y "salida al tercio" de los autores. Sin embargo sólo ha quedado en el repertorio el número de las carceleras, que curiosamente, según recoge el Diccionario de la Zarzuela, fueron extraídas de El País del Abanico, composición que no alcanzó apenas popularidad. Este fragmento sigue hoy constituyendo un tema emblemático en el género.
Las Carceleras son un canto popular andaluz; su asunto versa sobre las penas de los presos. Puede decirse que es un género del flamenco, que se encuadra en el grupo de los llamados "cantes a palo seco" (porque se ejecuta sin acompañamiento de guitarra) considerado una modalidad del martinete. El nombre alude al tema, normalmente la cárcel, porque solían ser cantadas por gitanos en prisión, razón que explica la ausencia de la guitarra.

Polissón, sastre y tío de Regina, busca a un tal Felipe que sedujo a su hermana, y sospecha que es el dueño del merendero "El Zebedeo". Arturo, hijo de Felipe es novio de Luisa y teme, por algunos comentarios oídos a su padre, que pueda ser hija del Zebedeo y por tanto su hermana. Pero la realidad es que la hija ilegítima de Felipe resulta ser Regina, la que al final es reconocida y admitida como hija por Tomasa en tanto, que deshecho el equívoco, Arturo se casará con Luisa.