Es un instrumento aerófono, de la
familia de viento metal, más grande que la trompeta y de sonido más grave. La
boquilla es similar a la de la trompeta, pero algo más grande. Es el único de
los instrumentos de metal que emplea para alargar el tubo una vara corredera en
vez de pistones.
Los trombones forman una familia en
la que se encuentran muchas variantes en cuanto a tesitura y tamaño. Este
instrumento de viento se puede clasificar en función del sonido particular que
emite, correspondiente a las notas y claves que le caracterizan:
Bajo: instrumento de tono más grave.
Tenor: trombón con sonido de altura
media.
Soprano: alcanza una voz aguda.
Contralto: por debajo del de escala
más alta.
En la orquesta suele emplearse el
trombón alto, el tenor y el bajo.
Partes
del trombón
Boquilla: es una pieza pequeña y
hueca, también llamada embocadura. Se adapta al tubo del trombón para que el
intérprete sople, de modo que los labios se apoyen en los bordes, vibren y
produzcan el sonido primario. El trombón presenta una boquilla de copa con una forma
más grande y más profunda que la de la trompeta, lo que determina su timbre (el
modo característico de sonar).
Pabellón: ensanchamiento final del
tubo.
Vara de acordes: tiene forma de U y se mueve
en diferentes posiciones, con distinta longitud del tubo.
Cómo
se toca el trombón
La vara puede moverse en siete posiciones
diferentes. Éstas, junto con la presión de aire que insufla el músico,
determinan la altura del sonido que se emite. Al correr la vara, el tubo se
alarga en semitonos, produciendo entonces una nueva serie armónica en cada una
de las siete posiciones. De este modo, cada nota puede ser tocada sin
dificultad.
No es tan ágil como otros en los
trinos y trémolos, pero su timbre puede pasar de heroico a oscuro y amenazante,
vinculándolo a expresiones de grandeza, majestuosidad y solemnidad. En el jazz
adquiere un aire grotesco. Se destaca por su vibrato y la facilidad de sus glissandos, de gran expresión. Ocasiona
dificultades para ligar las notas, y un staccato
de articulación simple o doble. Sin embargo, posibilita acoplar distintas
sordinas, que se utilizan fundamentalmente en el jazz. Requiere mucha
respiración, especialmente en los registros extremos.
Historia
del trombón
Desconocido en la Antigüedad, el
trombón desciende (al igual que los otros metales) de la buccina romana. En los siglos XV y XVI adquirió una forma de S que
le valdría el nombre de sacabuche. Se construía el tenor, el contralto y el
bajo. La forma del instrumento se consolida a partir de Monteverdi. No hay
variantes populares, su sonoridad estuvo siempre unida a la música
eclesiástica.
La antigua trompeta era de forma
recta; en su extremo superior se ensanchaba en forma de campana, frecuentemente
representando la cabeza de un animal.
Sufrió diversas transformaciones, y
es de ella, y particularmente de la mencionada buccina (llamada Bausaun en el siglo XVI), de la que Riemann deriva
el nombre en alemán del trombón (posaune).
Por un cuadro del Perugino,
conservado en el Escorial, puede establecerse que el trombón a vara era
utilizado hacia fines del siglo XV. De cualquier modo sólo se poseen datos de
la familia completa del trombón a partir del siglo XVI. Hacia el año 1400, se intentó
mejorar la trompeta creando un instrumento caracterizado, en su forma habitual,
por una vara corredera con la que se alarga o se acorta su tubo. Antiguamente
se hacía con un material de mayor grosor y un pabellón más estrecho, que
producía un sonido más blando y delicado, y que no amplió su tamaño hasta
comienzos del siglo XVIII. Hasta ese momento, en el que perdió importancia, se
utilizaba en la música religiosa y de cámara. Fue entonces cuando permaneció en
las bandas de las ciudades y se introdujo en las militares. En el Barroco tuvo
una presencia asidua en la orquesta. En los últimos 450 años no se han
producido grandes novedades o cambios significativos en el trombón, excepto
pequeñas modificaciones en la campana y en la boquilla. Hoy en día sigue siendo
un instrumento indispensable en la orquesta.
Audiciones
y obras para trombón
G. F. Haendel: Marcha Fúnebre de Saúl.
C. W. Gluck: Escena de las Furias de
Orfeo y Eurídice.
H. Berlioz: Sinfonía fúnebre y triunfal (oración fúnebre).
F. Liszt: Hosannah para trombón bajo y órgano.
N. Rimski-Kórsakoff: Concierto en Mi
mayor para trombón y banda militar
W. A. Mozart: Réquiem KV 626 (Tuba mirum).
C. Saint-Saëns: Cavatina para
trombón.
F. Poulenc: Sonata para trompa,
trompeta y trombón.
L. Berio: Sequenza V para trombón solo.
M. Ravel: Variación para trombón en
el Bolero.
Johannes Brahms
Vier Ernste Gesänge, op. 121 (Nº 4, Wenn ich mit Menschen- und mit Engelszungen)
Stefan Schulz, Trombón bajo
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