Los
instrumentos de percusión son aquellos que deben ser golpeados, agitados o
frotados para producir su sonido. La forma y el material de la parte del
instrumento que es golpeada y las características de su cavidad de resonancia,
si la hay, determinan el sonido del instrumento.
La familia
de la percusión se distingue por la enorme variedad de timbres que es capaz de
producir, que suelen ser muy distintos entre sí aunque se trate de instrumentos
incluso parecidos. Así, por ejemplo, cada variedad de tambor tiene un timbre
diferenciado.
Los
instrumentos de percusión suelen emplearse para marcar patrones rítmicos (caja,
tambores, entre otros), aunque algunos de ellos también pueden emitir notas afinadas
y tocar melodías, como los timbales, el xilófono, el vibráfono, etc.
Los instrumentos de percusión son,
quizá, los instrumentos musicales más antiguos. El verdadero desarrollo de esta
familia de instrumentos de la orquesta comienza a finales del siglo XVIII, al
despertarse el interés por la música turca. Como consecuencia directa de esta
situación se van a incorporar a la plantilla orquestal instrumentos como los
platillos o el triángulo que complementan a tambores y timbales.
En el siglo XIX Chaikovsky,
Saint-Saëns y otros músicos postrománticos personalizan el timbre de sus obras
con la inclusión en ellas de nuevos instrumentos de percusión afinables, como
el xilófono, la celesta o las campanas tubulares. En el siglo XX, Benjamin
Britten y otros compositores reclaman mayor variedad aún de timbres y efectos
especiales, para lo que se sirven del látigo, las carracas, y otros
instrumentos parecidos.
En la
actualidad la familia de la percusión es la más heterogénea de la orquesta.
Aunque sus componentes sean bastante parecidos en cuanto a su manejo, su forma
y sus propiedades su sonoridad cubre un abanico de posibilidades francamente
amplio. Para estudiar los instrumentos de esta familia es conveniente
distribuirlos en dos grandes grupos, según sean o no melódicos:
a) Instrumentos
de percusión melódicos:
Son
aquellos instrumentos que producen notas identificables. Es decir, aquellos
cuya altura de sonido está determinada. Su sonido produce sensación de tono
(por ejemplo: los timbales, el xilófono, las campanas tubulares, etc.)
b) Instrumentos
de percusión no melódicos:
Aquellos
cuyas notas no son identificables, es decir producen notas de una altura indeterminada.
No producen tonos definidos, sino más bien ruido (por ejemplo: el bombo, los
platillos, el tambor...).
Igualmente
aunque no se utilizará esta división para la ubicación de los instrumentos por
grupos podemos decir que desde el punto de vista estructural, es posible
realizar la siguiente clasificación:
a)
De membrana: tambor, timbal, bombo...
b)
De placas: platillos, gong, crótalos...
c)
De barras: xilófono, celesta...
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