viernes, 9 de noviembre de 2012

La tuba




La tuba es el mayor de los instrumentos de viento-metal. Sus antecesores son el serpentón y el oficleido. Es uno de los últimos instrumentos en incorporarse a la orquesta sinfónica moderna. Su sonido se produce gracias a la vibración de los labios del intérprete en la parte denominada boquilla a partir del flujo de aire proveniente del aliento del músico.
Gracias a su versatilidad es utilizada para reforzar cuerdas y vientos de madera o, cada vez más, como instrumento para solos. En manos habilidosas, es un instrumento capaz de cubrir un amplio campo de sonidos (más de cuatro octavas) y extraordinariamente ágil.

Las tubas también forman parte de bandas y conjuntos de viento, en cuyo caso se utilizan dos instrumentos de cada una de las dos afinaciones: Mi bemol  y Si bemol. La tuba más común es la tuba contrabajo, afinada en Do o en Si bemol.  La siguiente por orden de tamaño es la tuba baja o bombardón, afinada en Fa o en Mi bemol, una cuarta o una quinta más alta que la contrabajo.
El bombardino, también llamado tuba tenor, es otra octava más agudo. Afinado en Si bemol o en Do. En este último caso se denomina también tuba francesa.

Partes de la tuba
La tuba es un instrumento que no ha experimentado pocas modificaciones, pero en el siglo XX se creó una variante que es muy utilizada en las bandas de música, el sousáfono o helicón.
Se trata del instrumento más grave de la familia del viento-metal. Consta de un tubo cónico de unos cinco metros y medio que se va haciendo grande a medida que se acerca a la campana o pabellón. Debido a su tamaño la campana apunta hacia arriba. La boquilla de la tuba va colocada al principio del tubo y es semiesférica, como la de la trompeta o el trombón.


Al igual que otros instrumentos de viento metal, incorpora un sistema de válvulas que alarga o acorta el tubo.

Cómo se toca la tuba
Es un instrumente de sonido potente pero poco ágil en el registro grave donde el músico ha de respirar frecuentemente porque se necesitan grandes cantidades de aire. Al ser tan grande y contener tanto aire, se necesita una capacidad pulmonar muy grande para tocarla. Para ello, el músico relaja los labios que van oprimiéndose poco a poco según se trate de notas graves o agudas. Si se toca desde la posición de sentado, la tuba se apoya sobre las piernas del instrumentista. Si se toca de pie (pasacalles o desfiles), el instrumento se sujeta a la espalda mediante unas correas con enganches.


La tuba puede llegar a tener hasta seis pistones o válvulas (cuatro de digitación normal más dos de transpositores de medio tono y tono de afinación), aunque las más comunes son las que tienen cuatro. También se fabrican modelos de tres válvulas, que suelen ser para principiantes. Algunos modelos especiales tienen sólo dos válvulas. Nótese que a pesar de tener tan reducido número de pistones, la tuba abarca un espectro muy amplio de sonidos porque con cada posición de los pistones se pueden tocar notas diferentes según la forma y fuerza de hacer vibrar los labios del instrumentista en cada cambio de pasaje o tesitura, respectivamente.

Historia de la tuba
El punto de partida para explicar la genealogía y desarrollo de la tuba moderna es el contrabajo de corneta. Su invención se atribuye a Louis Alexandre Frichot (1806). La primera vez que se utilizó la tuba moderna en una orquesta sinfónica fue en el estreno de El anillo del nibelungo, de Richard Wagner.
El nuevo instrumento alcanzó cierta importancia, pero su existencia fue casi efímera, no porque sus cualidades fueran pocas sino a causa de la dificultad que encontraron para combinar su sonido con el de otros instrumentos de la orquesta.
Ello no fue determinante, ya que autores de la talla de Brahms le incluyeron en algunas de sus composiciones. Hoy en día, la tuba es un instrumento indiscutible en las orquestas modernas y sobre todo en las bandas de música, donde va a desempeñar el papel de bajo, por lo que también se le denomina así en ciertas ocasiones.

Audiciones y obras para la tuba

M. Musorgski (Orq. M. Ravel)
Cuadros de una exposición
VII. Bydlo

Solo de Tuba: Alessandro Fossi
Orchestra Filarmonica della Scala
Valery Gergiev, director

P. Hindemith: Sonata para tuba y piano.
E. Mosch: Tuba muckl.
K. Penderecki: Capriccio para tuba sola.
J. Brahms: Obertura trágica.
R. Wagner: Götterdämmerung: Marcha fúnebre de Sigfrido.
R. Vaughan Williams: Concertino para tuba.

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