jueves, 24 de octubre de 2013

L. Boccherini: Quinteto para guitarra y cuerdas en Re mayor, G. 448

José Miguel Moreno, guitarra
La Real Cámara: Emilio Moreno, violín, Enrico Gatti, violín, Wim Ten Have, viola, Wouter Möller, cello, Eligio Quintero, guitarra, Luz Martín León-Tello, castañuelas.
 
El Quinteto catalogado como G. 341 en Re Mayor fue compuesto en el año 1788. Es el quinteto que ha gozado de mayor fama de entre la numerosa producción que posee Boccherini. Su estreno tuvo lugar en las fiestas organizadas por el Duque de Benavente en su palacio de Madrid. Sin duda lo que más ha contribuido a su popularidad es la inclusión en el tercer movimiento de una danza que por entonces hacía furor: el fandango.
En 1788 Boccherini (Lucca, 1743) acaba de asistir a una de las fiestas-concierto organizada por su patrón, el Duque de Benavente-Osuna. En dicha fiesta ha actuado Miguel García, fraile cisterciense, conocido por "el padre Basilio", dando un virtuoso recital de guitarra. A este padre Basilio se le achaca la incorporación de la sexta cuerda a la guitarra y es muy admirado por su patrón, el Duque, el cual es, a su vez, un afamado guitarrista de su época. Boccherini se siente bastante atraído por esos ritmos y armonías tan seductoras que desprendía el fraile con su guitarra.
El ambiente social que le rodea es impresionante: a los conciertos de los que forma parte como músico y compositor, asisten personajes de la talla de Manuel Godoy, la Duquesa de Alba, el Marqués de Aranda o, en el plano de las artes, Francisco de Goya, Bonifacio Zlotek o Leandro Fernández de Moratín. En los salones del palacio se interpretaban obras encargadas a autores de la talla de Gaetano Brunetti, Franz Joseph Haydn, Johann Nepomuk Hummel o Karl Stamitz.
Tras este impactante encuentro, Luigi Boccherini, enfrascado en la producción de un grupo de 6 quintetos para cuerda, compone el nº 2 del opus 40, catalogado por Yves Gerard como G. 341, en el que incluye en su último movimiento ese ritmo tan hipnóticamente atractivo que hace furor por los rincones de Madrid: el fandango. En él puede mostrar todas sus habilidades virtuosísticas en su propio instrumento, el violonchelo.
Algún tiempo después, y, por encargo del propio Duque de Benavente, tomando material de los quintetos de cuerda, creará la serie de quintetos con guitarra. Este quinteto en particular, tomando material, a su vez del G. 270, evolucionará al famosísimo quinteto con guitarra G. 448. Aquel encuentro con el fraile fue tan decisivo, que subtituló al último movimiento del quinteto "a la manera de tocar el padre Basilio". En una carta fechada a 27 de diciembre de 1798 enviada a su editor Ignaz Pleyel a París, seguramente dando explicaciones al exigente editor, habla sobre la reciente finalización de 6 quintetos con guitarra; por ello  quizá se hayan datado en esta fecha de 1798, aunque su composición y estreno, seguramente sea anterior.
Lo que es objetivamente cierto, en todo caso, es que Boccherini ha sido el que ha captado la esencia española de su época de forma más acertada, solamente comparable a Scarlatti o Soler con sus respectivos fandangos.

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