Orquesta Sinfónica de la Radio de Hesse
Collegium Vocale de Gante
Philipp Herreweghe, director
Brahms comenzó a bosquejar
la Canción del destino en el verano
de 1868 durante una visita a su buen amigo Albert Dietrich en Wilhelmshaven. En
la biblioteca personal de Dietrich, Brahms descubrió el fragmento Hyperions Schicksalslied en la inacabada
novela de Hӧlderlin, Hiperión. Dietrich decía que Brahms había
recibido la inspiración para su obra al haber leído los poemas mientras
contemplaba el mar.
El tema poético opone la
condición humana a la felicidad celeste de los dioses. En sus estrofas, se
describe la dicha de los dioses y el sufrimiento de la humanidad. Brahms completó
un esbozo inicial de dos versos de Hӧlderlin en forma ternaria
con el tercer movimiento como una reformulación
completa del primero. Sin embargo, no quedó satisfecho con esta re-expresión
del primer movimiento para cerrar la obra, ya que pensaba que anularía la dura
realidad representada en el segundo movimiento. Este conflicto no llegó a
resolverlo y dejó provisionalmente la obra para centrar su atención en la Rapsodia para contralto.
La Canción del destino se terminó cuando Hermann Levi le sugirió que
para concluirla hiciese una re introducción de un preludio exclusivamente
orquestal, en vez de un retorno total del primer movimiento. Brahms compuso
finalmente el tercer movimiento como una vuelta del preludio orquestal del
primer tiempo, aunque ahora en la tonalidad de do mayor y con una instrumentación
más elaborada.
Brahms era reacio a romper
la desesperación y la futilidad del segundo movimiento mediante el feliz
retorno del primero. La vuelta del preludio orquestal parece ser "un
deseo por parte del compositor para aliviar la penumbra de la idea con que
concluye el texto por el derramamiento de un rayo de luz sobre el todo, dejando
una impresión de esperanza".
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