Madeleine
Vogt - soprano
Matthias
Schubotz - tenor
Holger Krause - bajo
Miembros de la Gewandhausorchester Leipzig
Terceto:
Die Katze lässt das Mausen nicht
De la Cantata "Schweigt stille, plaudert nicht"
(BWV 211)
Título
alternativo: Kaffeekantate (Cantata del café)
Bach compuso más de trescientas
cantatas de iglesia, sobre temas bíblicos. Esto nos da una idea de la enorme
religiosidad del compositor y su obra. No obstante dedicó algunos títulos a las
llamadas cantatas profanas, basadas en temas cotidianos, que no son más que
pequeñas óperas de cámara de carácter humorístico cercanas a la ópera cómica.
Entre estos títulos destaca la
Cantata del Café, en realidad titulada Schweigt
stille, plaudert nicht (Callaos, guardad silencio), según la costumbre de
titular con la primera frase del texto, la cual podríamos clasificar como
pequeña crónica urbana de costumbres.
En 1732, año en que se cree se
compuso la obra, el hábito de beber café se había propagado desde las clases
literarias y políticas a través de los establecimientos públicos (hoy llamados
cafés), que las autoridades, celosas del orden y la paz social, consideraban a
veces centros de sedición más que de esparcimiento, llegando a los propios
hogares y corrompiendo, según algunos, a las amas de casa y causando no pocos
enojos domésticos.
Aunque no se conoce la fecha
cierta de su estreno, se cree que tuvo lugar en 1732 en el Café Zimmermann, en
Leipzig, uno de esos locales públicos donde el café hacía sus efectos, a cargo
del Collegium Musicum dirigido por el propio Bach.
El magnífico sentido teatral de
Bach aprovecha el elemento novedoso del café para tratar el tema central de la
trama: el enfrentamiento entre dos generaciones, de modo que la rebelión de la
hija, desafiando la autoridad paterna, provoca un auténtico conflicto familiar.
El final, al parecer del propio
Bach, demuestra su conocimiento y percepción psicológica madurada en una
compleja vida familiar (llegó a tener un total de 20 hijos de sus dos
matrimonios) que le habría llevado al convencimiento de que no es fácil imponer
ideas y conductas a los jóvenes. De hecho, se comenta que se inspiró en su hija
Elisabeth Juliana Friederica, con lo cual tendría un cierto carácter
autobiográfico.
El texto de la obra corresponde a
Picander (seudónimo de Christian Friederich Henrici), autor también de los
textos de otras obras de Bach de gran importancia, como la Pasión según San Mateo. Pero el texto de los dos últimos números,
recitativo y terceto se atribuyen al propio Bach.
El argumento se desenvuelve a
través de los elementos al uso en las cantatas religiosas: un
"Historicus" o narrador (tenor) inicia la obra para presentar a los
protagonistas de la pieza escénica y reaparece al final para explicar el
desenlace. Una sucesión de recitativos y números cantados estructura la obra.
El tema, como ya se ha comentado,
es el enfrentamiento entre dos generaciones, el padre y la hija, sobre el
consumo del café. El padre, furioso porque su hija ha claudicado ante la nueva
moda de beber café, intenta persuadirla para que deje ese hábito mediante
promesas y amenazas que resultan ser inútiles. Hasta que le promete un marido
si deja el café, ante lo cual la hija cede aparentemente. La obra concluye con
un breve coro de los tres cantantes aceptando la moda del café como inevitable
y, con ello, el mensaje de comprensión ante la agudeza de los jóvenes que saben
lo que quieren y cómo lograrlo por encima de la inflexibilidad y determinación
de sus padres.
Es, en el fondo, una auto
caricatura del propio Bach que tenía fama de poseer un temperamento difícil y
severo, especialmente ante los niños del coro, e irascible y desafiante hacia
sus superiores cuando se trataba de defender sus derechos.
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