Dietrich Fischer-Dieskau, barítono
Alfred Brendel, piano
Winterreise (“Viaje
de invierno”) es un ciclo de lieder con
música de Franz Schubert sobre poemas de Wilhelm Müller. Lleva como número de
opus el 89. En el Catálogo de Deutsch es el 911.
Viaje de invierno es una de las obras que
compuso en el último año de su vida. Dietrich Fischer-Dieskau consideraba que “representa todas las
obras del último año, en lo que se refiere a elevación, intuición y ampliación
de la técnica de composición".
Junto al ciclo La bella molinera, representa la música vocal
de mayor calidad en los inicios del siglo XIX. Ambos ciclos son el máximo
exponente del lied, género vocal que
con Schubert se convierte en la “gran forma”.
Viaje de invierno refleja
la personalidad de su autor y deja, si es interpretado correctamente, una
“impresión heladora, sin concesión al encanto austriaco o a la felicidad
lacrimógena” (D. Fischer-Dieskau).
Este ciclo representa un
mundo mental y psicológico muy cercano a las pinturas de Caspar David Friedrich
y a la filosofía juvenil de Arthur Schopenhauer.
Schubert compuso Viaje de invierno bajo la impresión que
le produjo la muerte de Beethoven en marzo de 1827. En octubre del mismo año
reunió a sus más queridos amigos y les cantó íntegra su nueva obra. Todos
quedaron impresionados por la profunda tristeza que impregnaba aquellas
páginas. Von Spaun escribió: Estoy seguro que la emoción con la que escribió
sus más bello lieder y, sobre todo su
Viaje de invierno, anunciaba su
muerte prematura.
En efecto, la existencia
de Schubert llegaba a su fin. La enfermedad y el intenso trabajo de los últimos
años habían minado definitivamente su salud. El 26 de marzo de 1828,
exactamente un año después de la muerte de Beethoven, la Sociedad de Amigos de
la Música de Viena organizó un concierto de obras de Schubert como homenaje al
gran compositor desaparecido.
Se ejecutaron un grupo
de lieder cantados por Vogl, algunos
coros, el Trío en mi bemol para piano
y cuerda y el primer movimiento del Cuarteto en sol mayor. El concierto fue un
éxito. Un glorioso futuro parecía abrirse ante Schubert, pero en agosto su
estado de salud era tan delicado que tuvo que renunciar a un nuevo viaje a la
Austria central con Vogl.
En octubre no resistió
la tentación de hacer una larga excursión en compañía de su hermano Ferdinand,
en cuya casa vivía entonces. Se dirigieron a Eisenstadt para visitar la tumba
de Haydn. A la vuelta se produciría el desenlace final. El 12 de noviembre
Schubert escribió a Schober: Estoy enfermo. Desde hace once días no he comido
ni bebido... si como algo, lo devuelvo enseguida. El 16 de noviembre, los
médicos diagnosticaron una fiebre tifoidea (typhus
abdominalis) provocada por aguas contaminadas. El 18 empezó a delirar y al
día después, 19 de noviembre de 1828, murió a las tres de la tarde.
Grande fue la aflicción
de sus amigos. Podemos considerar como una manifestación de sus sentimientos
las palabras que el pintor Moritz von Schwind escribió a Schober: Schubert ha
muerto y con él cuanto de más puro y bello había en nosotros. He llorado por él
como por un hermano. Pero ha muerto en plena gloria y sus penas han terminado.
Schubert fue enterrado,
interpretando su deseo, en el cementerio de Wöhring, a poca distancia de la
tumba de Beethoven, y allí quedó hasta 1888, año en que el Ayuntamiento de
Viena hizo transportar a los dos en el Cementerio Central, en el lugar que ha
sido llamado el Panthéon de los
Músicos, ahora están aún más cerca uno de otro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.