miércoles, 7 de mayo de 2014

Vincenzo Bellini: Norma

 Norma: Montserrat Caballé, soprano
Adalgisa: Tatiana Troyanos, mezzosoprano
Pollione: Giorgio Lamberti, tenor
Oroveso: Carlo Zardo, bajo


Director: Gianandrea Gavazzeni

Teatro de la Scala, Milán (1977)
 
"Norma" es una tragedia lírica en dos actos con música de Vincenzo Bellini (Catania 1801- Puteaux 1835), sobre un libreto de Felice Romani, basado en la obra teatral de L. A. Soumet y L. Belmontet "Norma ou l'infanticide". Es la ópera más característica de Bellini y la de mayor éxito. Se estrenó en el Teatro alla Scala de Milán el 26 de diciembre de 1831. Fueron sus primeros intérpretes Giuditta Pasta, Domenico Donzelli, Giulia Grisi y Vincenzo Negrini.

"Norma" se halla en la confluencia de la tradición de la antigua "ópera seria" italiana y la evolución debida a la reforma de Gluck. Bellini trabajó bajo el influjo de Cherubini, Spontini, y, sobre todo de Rossini. La obra cuenta con una cuidada instrumentación y gran riqueza melódica. No es de extrañar, ya que con ella el compositor pretendía acallar las crecientes críticas sobre el carácter demasiado simple de la instrumentación de sus óperas anteriores.
Norma es una sacerdotisa de los druidas. Pese a sus votos de castidad, mantiene un idilio secreto con el gobernador romano Pollione, al que ha dado dos hijos. Este romance hace que Norma trate de acallar por todos los medios la rebelión contra Roma, esperando que se establezca la paz entre los dos pueblos y así no perder a su amado.
Sin embargo Pollione se ha enamorado de Adalgisa, otra de las sacerdotisas druidas. El desengaño amoroso de Norma hace que ésta convenza a los druidas para que finalmente ataquen al invasor romano.
Tras el combate, Pollione ha de ser sacrificado a los dioses en honor a la victoria; no obstante, Norma no quiere abandonar a su amor. Esta lealtad hace que Norma se autoinculpe de traición recapacitando sobre sus actos. El amor de Pollione por Norma renace y ambos suben juntos a la hoguera.       
 
Acto I:
 Sacerdotes y guerreros galos se reúnen en un bosque en espera a que la sacerdotisa Norma de la orden de atacar a los romanos. Norma que está enamorada de Pollione, procónsul romano de la Galia, pide la paz. Ella no sabe que su enamorado la está olvidando y se ha fijado en otra mujer: la también sacerdotisa Adalgisa.
Adalgisa presa de sus remordimientos, pues se debate entre su amor a Pollione y sus votos ceremoniales, pide consejo a Norma. Ésta queda conmovida por su historia (que tanto se parece a la propia) y puesto que no sabe el nombre del amado, exime de sus votos a Adalgisa.
Cuando Norma se entere de que es su enamorado el que está ahora con Adalgisa, entrará en cólera.
 
Acto II:
Norma pretende matar a sus hijos por despecho, pero en el último momento es incapaz de cometer semejante crimen. Confía en el arrepentimiento de Pollione, pero todos sus esfuerzos son en vano, razón por lo que finalmente da la orden de ataque contra los romanos.
Según la tradición, Pollione ha de ser sacrificado a los dioses, pero Norma, que no se resiste a perderlo, trata de convencerlo buscando así una justificación para perdonarle. Pollione no quiere abandonar su nuevo amor.
Por este motivo, Norma que se ve envuelta en un sinfín de sentimientos contradictorios, debatiéndose entre la lealtad a su pueblo, el amor al romano y sus remordimientos por haber traicionado sus votos, decide acusarse de traición, revelar a su pueblo su deslealtad y ser ella la que vaya a la hoguera de los sacrificios.
Pollione al ver la actitud de Norma se vuelve a enamorar de ella y la acompaña al sacrificio. Ambos suben de la mano a la hoguera.

 
 

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