lunes, 19 de mayo de 2014

Wolfgang A. Mozart: "Come scoglio", aria de Fiordiligi en el Acto Primero de "Così fan tutte"


Edita Gruberova, soprano
Orquesta Filarmónica de Viena
Nikolaus Harnoncourt, director
Film de ópera dirigido por Jean-Pierre Ponelle (1988)

Come scoglio immoto resta
contro i venti e la tempesta,
così ognor quest’alma è forte
nella fede e nell’amor.
Con noi nacque quella face
che ci piace, e ci consola,
e potrà la morte sola
far che cangi affetto il cor.
 
Rispettate, anime ingrate,
quest’esempio di costanza;
e una barbara speranza
non vi renda audaci ancor!
 
Así como la roca queda inmóvil
contra los vientos y la tempestad,
así este alma será siempre fuerte
en la fidelidad y el amor.
Con nosotros nació esa antorcha
que nos complace y nos consuela,
y será sólo la muerte
la que pueda hacer que cambie
de afecto el corazón.
Respetad, almas ingratas,
este ejemplo de constancia;
¡y que una bárbara esperanza
no os haga aún más audaces!
 

 Così fan tutte, ossia la scuola degli amanti, KV 588 se estrenó el 26 de enero de 1790 en el Burgtheater de Viena. Supone la última de las óperas en la que el genio de Salzburgo trabajó con el libretista Lorenzo Da Ponte. Es también la única historia "original" de la trilogía en la que ambos estuvieron codo con codo, que no está basada en obras anteriores. Esta ópera se halla repleta de dobles sentidos y está bañada de una gran melancolía que subyace en la comedia y que enturbia por completo el supuesto final feliz. Se dice que quien sugirió el tema a Mozart fue el mismísimo emperador, basándose en un acontecimiento que supuestamente era la comidilla de Viena en aquellos días.
Come scoglio es el aria de Fiordiligi del Acto I. Se sitúa en el momento en que junto a su hermana Dorabella vive momentos de prueba en su fidelidad a sus prometidos, ante la súbita aparición de los caballeros albaneses que las pretenden (que no son otros que ellos mismos disfrazados para tratar de ponerlas a prueba).
Fiordiligi, se define a sí misma como una roca (“come scoglio”), inmóvil en su promesa de amor. Únicamente la muerte podrá poner fin a un amor tan grande y tan firme… Pero la música desmiente todas y cada una de las palabras de la bella muchacha. Mozart dotó a esta aria de unas escalas tremendas: las notas van desde lo más agudo a lo más grave, dando una sensación clara de inestabilidad, de duda.
Se trata de un aria de gran dificultad, escrita para una soprano lírica, con facilidad para los saltos de octava, aunque también es frecuente que la interpreten voces de mezzosoprano.


 

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