domingo, 17 de mayo de 2015

F. Chueca: Sevillanas de "El bateo"

Coro del Orfeón Donostiarra
Dir. Juan Gorostidi
Gran Orquesta Sinfónica
Dir. Indalecio Cisneros

 
CORO
No quiere el municipio regar
en el Lavapiés
porque no se deshaga la sal
que está por coger.
Llevan las madrileñas ¡olé!
en el delantal,
un ramo de claveles ¡olé!
y cuatro de azahar,
para adornar la Virgen ¡olé!
de la Soledad.

“El Bateo” es una zarzuela en un acto y cuatro cuadros, con música de Federico Chueca y libreto de Antonio Domínguez y Antonio Paso. Se estrenó el 7 de noviembre de 1901 en el Teatro de la Zarzuela de Madrid.

En el Cuadro Primero, los vecinos cantan y beben animadamente en una plazoleta, celebrando el futuro bautizo del niño de Nieves y su novio Lolo, el cual apadrinará Wamba, un viejo anarquista, muy a su pesar. Nieves viene acalorada, y comenta a Valeriana, su encuentro con su antiguo novio, el Pamplinas, el cual viene decidido a evitar a toda costa el bautizo.
“El Bateo” pasa por ser uno de los últimos títulos de un género, el chico, que iniciaba ya su declive, a favor de la zarzuela en dos actos y de la opereta; de hecho, el propio Paso fue coautor de libros para operetas como “El asombro de Damasco” o “La corte de Risalia”.

Tal vez a este carácter de obra que cuenta ya con una cierta escuela en la que mirarse debamos los mejores detalles del argumento, pues la trama de celos y broncas ocasionada por el advenimiento de un hijo natural en el barrio y por los celos de una pretendiente del padre de la criatura no sería novedad sin la actualización de la «materia castiza» que realizan los autores del libro: un anarquista convicto y confeso de padrino de pila del hijo natural de una modistilla, una huelga de organilleros o el cura que se juega a las cartas los cuartos del cepillo.

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