Concierto Voces para la Paz 2007.
Auditorio Nacional de Música.
Madrid 10 de Junio de 2007.
Castañuelas: Lucero Tena
Auditorio Nacional de Música.
Madrid 10 de Junio de 2007.
Castañuelas: Lucero Tena
Director: Enrique García Asensio
“La boda de Luis Alonso o La noche del encierro” es un sainete lírico en un acto, dividido en tres cuadros, en verso, con música de Gerónimo Giménez y libreto de Javier de Burgos. Se estrenó en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, el 27 de enero de 1897.
En la obra se presenta al protagonista cuando, ya cincuentón, va a contraer matrimonio con la joven María Jesús que había tenido relaciones con un mala cabeza, Grabié que aunque no intenta impedir la ceremonia sí la quiere estropear. Los padres de María Jesús ven el cielo abierto cuando colocan a su hija con un excelente partido, el profesor de baile que además tiene un padrino rico y poderoso, el señor Paco. En la primera escena en que aparece “Entren ustés señores en este sielo” Luis Alonso se declara rejuvenecido y con ganas de juerga; el señor Paco, por su parte, expresa su convencimiento de que, siendo él el padrino, no puede faltar vino, cante y baile. Los demás esperan la fiesta con gran ilusión y algazara, y llega la aparición de María Jesús vestida de boda, cantando con Luis Alonso el dúo “¡Luis Alonso! ¡Claveyina!” con las inevitables expresiones de “caló” en el lenguaje. En el segundo cuadro, tras el intermedio, la fiesta está en todo su apogeo porque el matrimonio se ha celebrado. Grabié aparece y dice con tremendas palabras que ha debido matar a María Jesús, sus padres y al carcamal de bailarín que se la roba, pero la sangre no llega al río y Grabié se limita por ahora a contarle sus penas a un vendedor ambulante, el tío Cachipuchi. En el cuadro tercero María Jesús canta una preciosa habanera “Manué yo me sofoco” y Luis Alonso participa cantando en la preparación de las parejas que bailarán las boleras. Y llega el desenlace, Paco huye como alma que lleva al diablo ante el falso rumor de que hay toros sueltos y se lleva un sobresalto mayúsculo al confundir al burro del tío Cachipuchi con un toro. Todo el mundo corre y se pone a salvo. Hasta Luis Alonso, abandonando a la mujer que acaba de convertir en su esposa y que trataba de refugiarse en su hombría, se tira por una ventana. Así es la vida y Paco demuestra sus conocimientos del arte de la tauromaquia… cuando los toros están lejos; María Jesús, que ya sabe de la vida todo lo que haga falta, finge rubor ante las insinuaciones de su marido; la Picúa y el Chano fingen también una pena enorme al despedirse de su hija, cuando lo que realmente sienten es la alegría de colocarla y el galán, Luis Alonso, se las da de jovencito teniendo ya muchos años encima.
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