Iván Kozlovsky como el Idiota en el film de Alexander Pirogorov, de 1954
El tenor ucraniano Iván Kozlovsky Semenovic nació en 1900. Se le considera el mejor tenor ruso del siglo XX, a
pesar de no haber actuado nunca fuera de su país. Dotado de una voz ligera de
gran facilidad para los agudos y técnica impecable, Kozlovsky abarcó un extenso
repertorio, desde la ópera italiana al lied
romántico, durante una prolongada trayectoria artística de más de cincuenta
años.
Estudió arte dramático y canto con Lissenko en Kiev, y debutó como Fausto
en la ópera de Gounod en 1920. Tras diversas actuaciones de menor importancia,
en 1926 se incorporó al Teatro Bolshói de Moscú, institución en la que
permaneció hasta 1954 y en el que cimentó toda su carrera.
Entre 1938 y 1941 llevó a escena
con su propia compañía dos de sus obras favoritas: “Werther”, de Massenet, y “Orfeo
y Eurídice”, de Gluck, además de estrenar “Katerina” de Arkas. Cantó los papeles más destacados en las
principales óperas rusas, como Vladimir en “El príncipe Ígor”, de Borodin o Lievko en “Noche de mayo”, de Rimski-Kórsakoff. En “Boris
Godunov”, de Músorgski, llegó a interpretar el papel del Inocente con setenta
años. También destacó con las verdianas “Rigoletto” y “La Traviata” –extraordinario
en el personaje de Alfredo-, Rodolfo en “La Bohème”, de Puccini y “Lohengrin”,
de Wagner. En 1985 se le escuchó por última vez en el Bolshói, con motivo de
los noventa años de Reizen.Como anécdota, el asteroide 4944, descubierto en 1987, recibió el nombre Kozlovskij en su honor igualando así la distinción otorgada a Lemeshev en 1978. Fue el cantante preferido de Iósif Stalin. Nunca se le permitió salir de la Unión Soviética, donde falleció en 1993 a la edad de 93 años.
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