Orquesta del Siglo XVIII
Franz Brüggen, director
Como todas las grandes obras que
además de serlo están situadas en una encrucijada creadora, el resultado es
producto de muchos y diferentes factores; personales o del entorno,
estilísticos o sociológicos, económicos o puramente marcados por dinámicas
históricas extramusicales, etc. A Die Entführung aus dem Serail (“El
Rapto en el Serrallo”) le sucede esto mismo. Quedarse únicamente con la
exultante belleza de su música o su contagioso espíritu aventurero y
libertario, no sería ni justo ni suficiente para caracterizar la pieza, aun en
un comentario tan breve como éste.
El Rapto en el Serrallo es producto de una inspiración musical que surge del cerebro de Mozart como
las aguas de un violento torrente, a borbotones, de forma desmesurada. Pero
antes que eso es consecuencia de una suma de crisis; musicales pero también
personales, e incluso políticas. Entre las primeras, la de la ópera seria
italiana y la ópera francesa, condenadas a una seria y radical reforma, no ya
por las propias necesidades creativas de los propios compositores sino por el
mismo público, que está harto de aburrirse escuchando –de hecho el público
condena esa escucha: es un tiempo estupendo para comer o cortejar y dejarse
cortejar– larguísimos recitativos con reconcentradas acciones, hasta llegar a
las arias, con los correspondientes comentarios aclaratorios. Gluck vio esa
reforma de una manera y Mozart de otra: el de Salzburgo arriesga más y lo
intenta cambiando la fórmula recitativo-aria por la de aria-recitado: eso es El
Rapto y eso será –aunque también más cosas– su futura La Flauta Mágica.
El libreto de esta ópera, más bien un singspiel
en lengua alemana, es obra de Gottlob Stephanie (hijo), que, a su vez, se
basó otro libreto de Christoph Friedrich Bretzner. El Rapto en el Serrallo
se estrenó en el Burgtheater de Viena el 16 de julio de 1782, dirigida por el
propio compositor. Mozart juguetea en esta obra con el asunto “turquesco”,
tópico contemporáneo en las tierras de habla alemana y especialmente en
Austria. Este toque turco lo consigue, especialmente a la obertura, utilizando
instrumentos propios de la música militar turca como bombo, platillos,
triángulo, etc.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.